LA HABANA, Cuba.- El grado de preocupación que embarga a las autoridades cubanas por los graves problemas que afronta el béisbol en la isla hizo que las discusiones en torno a este asunto llegaran a la Asamblea Nacional del Poder Popular. En efecto, ese fue el tema central tratado recientemente en la Comisión de Salud y Deporte de ese órgano.
Pero, por supuesto, en dichos debates apenas se mencionó la responsabilidad de las propias autoridades por tal estado de cosas. Una responsabilidad que podría sintetizarse, en buena medida, en la fiebre por el fútbol internacional alentada desde los medios de difusión oficialistas, en detrimento de los espacios que se dedicaban a nuestro deporte nacional.
Y aunque nunca se dijo oficialmente, para nadie era un secreto que ese contrasentido era una estrategia para ocultarle a la afición nacional las actuaciones de los peloteros cubanos que jugaban en el exterior, en especial en las Grandes Ligas de Estados Unidos, y a los que el castrismo llamaba “desertores”.
Sin embargo, esa postura oficial pareció adentrarse en una especie de distensión cuando la televisión cubana ofreció íntegramente —si bien de manera diferida y nunca en vivo— la Serie Mundial entre los Astros y los Dodgers, con la participación de los “desertores” Yulieski Gurriel y Yasiel Puig.
Ahora acabamos de comprobar que tal distensión fue solo coyuntural. Porque el señor Oscar Sánchez Serra, subdirector del periódico Granma, al referirse a nuestros peloteros, y un día antes de que sesionara la referida Comisión, escribió en las páginas de ese diario que “intentan convertir nuestros ídolos en traidores con una alevosa y preparada fuga de talentos” (“Jonrón en el Parlamento”, edición del 19 de diciembre) .
Entonces no es difícil imaginar que semejante punto de vista sea uno de los escollos —tal vez el principal— de que no se haya avanzado en la constitución del Salón de la Fama del Béisbol Cubano, uno de los reclamos de varios de los diputados que participaron en los debates.
Porque, ¿le gradaría al castrismo tener que incluir en ese Salón a peloteros que abandonaron la isla para jugar en las Grandes Ligas? Por supuesto que no. No debemos olvidar que cuando se dieron los pasos iniciales para conformar el Salón de la Fama, y se escogieron a cinco peloteros que jugaron en Cuba después de 1959, se excluyó a Antonio Pacheco, quien al concluir un contrato de trabajo en el exterior decidió no regresar a la isla y radicarse en Canadá.
También se habló en la reunión parlamentaria de planes para mejorar la Serie Nacional de Béisbol, de las inconformidades que existen con respecto al pago de los peloteros, la mala calidad de muchos de los implementos que usan los jugadores, así como la deficiente atención que reciben en varias de las instalaciones hoteleras del país. A propósito, se recuerda el episodio ocurrido no hace mucho tiempo en un hotel de la provincia de Artemisa, cuando un alimento en mal estado provocó un brote diarreico entre los peloteros que obligó a cancelar uno de los juegos del campeonato.
Resultó de interés la información de que entre los meses de marzo y junio de 2018 se jugará una serie especial para preparar a los peloteros que participarán en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla. Al parecer, los mandamases de la pelota cubana no se sienten confiados con la calidad de sus peloteros. Ya tuvieron bastante con la debacle, una más, que sufrió el equipo sub 23, que no pudo clasificar para el campeonato mundial de esa modalidad.