LA HABANA, Cuba.- Sabino Serrano López es un cubano residente en EEUU. Es capitán de barco de cabotaje y de plataforma. Según relata, en 1999 vino a Cuba en una lancha rápida a sacar a unos familiares del dueño de la embarcación. Un individuo infiltrado en el grupo de emigrantes se las arregló para averiar la lancha sin que él se diera cuenta. Los guardafronteras les dieron alcance a 17 millas de la costa y comenzaron a echarle agua con mangueras a gran presión hasta que hundieron la embarcación. Como consecuencia murieron ahogados Estrella Ríos Nodarse, de 36 años, y su hijo, Alexis Ernesto Márquez Ríos, de 4, ambos de Sagua La Grande.
Serrano López fue apresado y posteriormente condenado a cadena perpetua por tráfico de personas, una sanción que no se corresponde con ese delito, aparentemente encaminada a incriminarlo por los dos asesinatos a la vez que silenciarlo. Sabino ha estado encarcelado desde entonces (22 años), primero en centros de detención como Barlovento y Villa Marista, posteriormente en diferentes prisiones como Guanajay, y en la actualidad en el Combinado del Este.
Recientemente a Sabino Serrano le dio un infarto y fue hospitalizado. Tras ser devuelto a la sección 47 de la cárcel, donde se encuentran los prisioneros con cadena perpetua, le expuso su situación al oficial de la Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones que vino a inspeccionar, quien le contestó que los condenados a prisión perpetua no tienen derecho a ningún beneficio (en su caso, le correspondería una licencia extrapenal por lo delicado de su salud).
Según atestiguan preocupados otros internos del Combinado, el estado físico de Sabino se advierte muy depauperado y se le ven moretones en las piernas debido a problemas circulatorios. Él mismo refirió en su última conversación telefónica (hace más de una semana) que desde hace poco habían comenzado a administrarle 21 pastillas diarias, pero él no sabía de qué eran ni para qué, pues, aunque había preguntado frecuentemente, no se lo habían informado. Tampoco mejora, más bien lo contrario: la ingesta de tantas pastillas ha empeorado notablemente su úlcera estomacal.
Por prescripción del angiólogo debería usar medias de compresión, pero no se las dan, a pesar de que en Cuba se fabrican (unas de mala calidad). Ni siquiera recibe una dieta adecuada, aunque la rudimentaria atención médica administrada en las cárceles cubanas también está catalogada como “beneficio” por las autoridades penitenciarias.
Hace dos días hemos sabido por otro preso del Combinado del Este que Sabino Serrano fue ingresado nuevamente de gravedad en el hospital de la prisión, con falta de aire, la presión muy alta y los dedos de los pies ennegrecidos. Este jueves nos informa que con posterioridad fue trasladado a una instalación del sistema nacional de salud, presuntamente al Hospital General Miguel Enríquez (conocido como La Benéfica), en el municipio Diez de Octubre.
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