LA HABANA, Cuba. – Han transcurrido seis meses y medio del presente año, y todavía el Departamento Ideológico del Partido Comunista no ha autorizado que los medios de difusión masiva informen el monto de la producción agrícola alcanzada en el 2014 y en el primer trimestre de 2015.
Gracias a la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) se ha podido conocer, entre otros datos, que la producción de viandas y hortalizas en 2014 fue de 4 020 900 toneladas. Con relación a similar etapa del año precedente, hubo un decrecimiento productivo de 624 600 toneladas.
También está que, por ejemplo, en 2014 se produjeron 571 100 000 litros de leche. Un monto similar a lo producido en 2013. Por su parte la producción de frijoles en el pasado año fue de 131 800 toneladas, y con relación a lo producido el año precedente hubo un incremento de 2 000 toneladas. En cuanto al maíz, en 2014 se produjeron 427 300 toneladas, 1 100 toneladas más que lo cosechado en 2013.
Sin embargo, dado su comportamiento en lo que va de 2015, los altos precios de los productos agropecuarios no muestran señales de que vayan a bajar. Todo lo contrario, hay un aumento galopante de los costos para el consumidor.
Un caso notable es el de la carne de cerdo. El pasado año se produjeron 298 400 toneladas. Lo que quiere decir que, con relación al año 2013, hubo un incremento de 5 500 toneladas. Así y todo el año 2014 cerró con el precio de la libra oscilando entre los 1,40 y 1,60 dólares, inclusive 1,80 en algunos puntos de venta.
Sobre los altos precios de ese alimento, los medios oficiales han sido bastante parcos. El gobierno se hace de la vista gorda e intenta eludir el problema. Pero la culpa no es tanto de intermediarios ni revendedores, sino que recae totalmente en la Unión de Empresas Porcinas.
Dicha Unión, que anualmente hace contratos con las cooperativas agropecuarias, los usufructuarios de tierra y los criadores particulares de cerdos, proporciona alimentos, medicinas, atención veterinaria e insumos. Cuando los cerdos han alcanzado los 87 kilogramos, las empresas porcinas los compran, para luego venderlos a la industria alimentaria, que se ocupa del sacrificio y la venta de la carne.
El destino final son las plantas de embutidos, así como el sector de turismo. Además, están Salud Pública, Educación, los mercados agropecuarios estatales y otras entidades del Estado. Pero no aparece por ninguna parte que la industria alimentaria oferte esa carne a las tarimas de los mercados agropecuarios de oferta y demanda o las cooperativas no agropecuarias.
De acuerdo al informe de la ONEI referido a las ventas de productos agropecuarios, (indicadores seleccionados) de este año, entre enero y marzo la venta en los mercados agropecuarios y puntos de venta ascendió a 335 288 dólares.
Pero de qué lugar salió la carne de puerco que dichos particulares vendieron en sus establecimientos es un misterio.
Esos vendedores privados, puestos de acuerdo, fijan de manera oligopólica los altos precios en los que venden la carne de cerdo. Es por esa razón que lo mismo está a 1.60 dólares la libra en Mantilla que en La Lisa, Centro Habana, Habana Vieja, Guanabacoa o San Miguel. En El Vedado y Playa, donde hay mayor nivel adquisitivo, la libra no baja de 1.80 dólares.
En La Habana los vendedores privados de carne de cerdo controlan más del 90% del mercado, ya que son contadas las carnicerías de Comercio Interior (estatales) que la venden.
En las cooperativas no agropecuarias que ocupan los locales donde anteriormente funcionaban los Mercados Agropecuarios Estatales, los precios son similares a los de los particulares. Los habitantes de la capital no tienen otra opción que comprar la carne de cerdo a esos precios o desistir de comerla.