LA HABANA, Cuba. – En horas de la tarde del jueves 11 de junio, en el poblado habanero de Jaimanitas, una tormenta de mediana intensidad acompañada de fuertes vientos, azotó durante varios minutos la localidad, causando destrozos en árboles y derribando cables del tendido eléctrico.
La lluvia con granizo y las descargas eléctricas, sobrecogieron a los habitantes del pueblo, que corrieron a encerrarse en sus viviendas, detuvieron el tráfico y provocaron un apagón de varias horas.
¨No estábamos preparados para esto¨, comentó Deisy, residente en Quinta avenida, donde los vientos derribaron un árbol de su jardín, que fue evacuado rápido de la importante vía en cuestión de minutos, por vecinos y personal especializado.
¨En cambio, los restos de los destrozos en las calles interiores del pueblo tal vez demoren días en ser retirados del entorno¨, dijo Alfredo, un trabajador de comunales crítico del gobierno, que mencionó el ocuje del parque, y en la calle 232, que acabó con la mata de chichicate, única del pueblo, muy demandada por sus raíces curativas por los enfermos de los riñones.
Aunque no se lamentaron pérdidas de vidas humanas con el paso de esta tormenta, no se conocía hasta el momento de redactar esta nota daños en techos o paredes de viviendas, pero la amenaza de más lluvia era inminente, el cielo estaba negro, los relámpagos cuarteaban el cielo, muchas personas, sobre todos de la tercera edad seguían consternadas, tal vez avizorando una noche sin luz, ni alimentos.
La panadería de Jaimanitas lleva dos semanas rota y después de las siete de la noche, en este pueblo es imposible encontrar alimentos. Ni en las cafeterías particulares, ni en la única existente propiedad del estado, llamada aún ¨Minales¨, el apellido de su antiguo dueño, que extrañamente aún conserva su nombre original.