LA HABANA, Cuba. — El techo de un viejo edificio que alberga una iglesia, una farmacia y una vivienda, amenaza con derrumbarse. Los feligreses oran porque un trozo de concreto no les caiga en la cabeza. Los empleados de la farmacia miran a la puerta por si hay que salir corriendo. La familia vive aterrada a la espera del derrumbe.
“Representantes del Poder Popular (gobierno) de Boca de Jaruco, han prometido la reparación del techo, lo más deteriorado. Pero durante la reconstrucción –si no aparece otro local– la farmacia será trasladada para Santa Cruz del Norte, a unos ocho kilómetros.
Pero de Boca de Jaruco a Santa Cruz del Norte no hay transporte público, solo privado y a precios más elevados. Los vecinos plantean usar provisionalmente para la farmacia un piso desocupado del hotelito del pueblo. Pero se rumora que pronto la farmacia será trasladada a Santa Cruz”.
El fotógrafo Iván Guerra, advierte: “Nadie olvida que a Boca de Jaruco se le asignó una ambulancia en 1967, se la llevaron para Santa Cruz del Norte a fines de los años 80 y nunca regresó. Y lo mismo harán con la farmacia. Y aquí viven muchos ancianos que consumen medicinas controladas, que les anotan en el tarjetón. Estos viejos carecen de dinero y fuerza para buscar sus medicinas a Santa Cruz.
Un viejo pescador comenta: Esto ocurre por no darle mantenimiento al edificio. El gobierno confiscó las farmacias a sus propietarios y no ha hecho nada por mantener los locales. Ahora los vecinos de Boca de Jaruco tenemos que pagar las consecuencias”.