Foto- reportaje de Yusmila Reyna Ferrera
SANTIAGO DE CUBA.- Quien visite la segunda ciudad más poblada de la Isla, tendrá delante imágenes como éstas. Las fotos hablan por sí solas de la miseria y el desamparo en que se encuentran muchísimas personas de la tercera edad en esta ciudad, reflejo de lo que ocurre en todo el país.
Mientras esta es la realidad que se ve en nuestras calles, la prensa oficial informó l pasado 30 de abril -a propósito de la celebración en la Habana del XII Seminario Internacional Longevidad Activa y Satisfactoria- que existen muchas estrategias para la atención a la población envejecida, como el incremento de los Círculos de Abuelos, comedores para ancianos, planes de salud multidisciplinarios, así como personal preparado para la atención en los próximos 20 años.
La mayoría de los ancianos piensa que para vivir con dignidad no son suficientes sus pensiones (generalmente de menos de 10 dólares mensuales), que la calidad de las comidas que les ofrecen en los comedores es baja y que los Círculos de Abuelos no satisfacen sus necesidades.
Lo cierto es que la situación de los ancianos cubanos es muy difícil y se suma, al menos en el caso de Santiago de Cuba, al deterioro progresivo del entorno urbano, que incluye las viviendas de muchas personas de la tercera edad. Además de los muchos ancianos que se ven en las calles santiagueras, y sobre todo en el parque central, Céspedes, vendiendo cualquier cosa, crece también el número de los que piden limosna, sub alimentados y harapientos.