New York, Cuba, noviembre, 2013, www.cubanet.org –Estimados (y confundidos) camaradas bonco monina ñangarafó: Aunque a mi la verdad es que la combinación de negro con rojo siempre me ha dado mala espina, no puedo mas que celebrar vuestra iniciativa de conmemorar aunque sea algunos poquísimos de los muchísimos abusos cometidos contra nuestros hermanos de raza (tampoco me gusta ese término, pero no encuentro uno mejor) desde épocas inmemoriales.
Muy bueno que aprovechen la oportunidad para rendir tributo a la memoria del Maestro Gregorio Hernández, “El Goyo” y a Moruá Yúansa de la potencia abacuá Urianabón Masongo Efí, de quienes nunca ni escuche hablar, pero que me atrevo a asegurar jamás habrán tenido ni la infinitésima parte de la importancia histórica y artística de Olga Guillot, Zenaida Manfugás, Cachao o Gastón Baquero, cuyas ilustres memorias no creo hayan sido jamás motivo de celebracion para la Cofradía de la Negritud, para el Grupo Anamuto, para la Articulación Regional Afrodescendiente para América, ni mucho menos para la la cátedra Haydee Santamaría.
Tampoco veo clara la conección entre el absurdo Stalinismo con clave de rumba que ustedes aún pretenden defender y “los cinco héroes negros, hermanos abacuá anónimos, que protagonizaron la protesta armada ante aquel crimen horrendo, el 27 de noviembre de 1871”. Por otra parte, no me queda más remedio que señalar que dicha conmemoración no puede estar más incompleta y parcializada, cuando se recuerdan entuertos sucedidos en tiempos de Ñaña Seré, mientras se ignoran sucesos de infame recordación más frescos y recientes, que van desde la negativa del desgobierno castrista a permitir la asistencia de Celia Cruz –nuestra cantante Nacional– a los funerales de su madre, hasta el “ninguneo” en la propaganda oficial de los más importantes y venerados representantes culturales de nuestra raza y nacionalidad.
Sería interesante saber qué hubiera opinado José Antonio Aponte, nuestro temprano mártir afrocubano, de las pateaduras de las brigadas de respuesta rápida contra Berta Soler y otras Damas de Blanco, del asesinato de Orlando Zapata y del arbitrario fusilamiento en el 2013 de aquellos tres jóvenes negros totalmente desarmados por el solo delito de hurtar un bote tratando de huir hacia la libertad. Y esto por solo citar –como señalé antes– unos poquísimos de los muchísimos abusos cometidos contra negros, blancos, chinos, cubanos y extranjeros de todos colores durante las cinco décadas y media que nos va durando esta fatídica “robolución” que Changó no nos acaba de ayudar a quitarnos de encima.
Vamo’a ver aserekó, ¿No les parece que hay algo “futete” y faltante en esa conmemoración de ustedes?