MIAMI, Estados Unidos. — El 25 de julio de 1515 fue fundada por el conquistador español Diego Velázquez la villa de Santiago de Cuba, hoy convertida en la ciudad del mismo nombre.
Conocida por su rica herencia cultural, reflejada en su arquitectura colonial, calles empedradas y hermosas plazas, con el paso de los siglos la ciudad fue creciendo alrededor de su bahía, una de las más grandes del país.
En 1522, durante la conquista y colonización, los españoles fijaron en Santiago la primera capital de la Isla. Ese año fue recibió oficialmente el título de ciudad.
La Iglesia católica tuvo igualmente en Santiago de Cuba la sede primada del arzobispado en la Isla, título que aún ostenta.
Santiago posee un clima cálido y húmedo; cuenta, además, con un relieve irregular que contribuyó al desarrollo de un escenario urbano donde las avenidas y calles se empinan o descienden.
Entre sus sitios icónicos figuran la Plaza de la Catedral, el Castillo de San Pedro de la Roca (también conocido como El Morro), el cementerio de Santa Ifigenia, el Parque Céspedes, la Gran Piedra, la Plaza de Marte, la Casa de la Trova, la calle Heredia, entre otros.
Santiago de Cuba destaca por su carnaval, considerado el más caribeño de Cuba. Cada año, en julio, se celebran desfiles, bailes y actividades festivas que atraen a personas de toda la Isla, así como a visitantes extranjeros.
Si bien el castrismo ha intentado convertirla en un baluarte de su relato histórico, Santiago de Cuba es mucho más que eso: se trata, sin dudas, de una ciudad vibrante, llena de historia, cultura y tradiciones únicas. Su ubicación cercana a las montañas y al mar la convierte en un destino atractivo para los amantes de la naturaleza y los paisajes pintorescos. Es un lugar imprescindible para quienes deseen conocer y comprender la diversidad y riqueza de Cuba.