MADRID, España.- Uno de los personajes icónicos del cine cubano es Rachel, del filme La bella del Alhambra, dirigido por Enrique Pineda Barnet y cuyo rol protagónico recayó en la actriz Beatriz Valdés, nacida en La Habana el 12 de mayo de 1963.
Con apenas ocho años inició en un taller infantil de instrucción artística, donde demostró su capacidad para la actuación, el canto y el baile, además de una gracia singular. Durante su adolescencia y primera juventud trabajó en telenovelas y series juveniles, como la inolvidable Algo más que soñar (1984), donde interpretó, además, el tema musical “Ya se va aquella edad”, compuesto por Pablo Milanés.
Beatriz Valdés pertenece a una generación excepcional de actrices cubanas, generosamente bendecidas con talento natural, belleza, carisma, constancia y disciplina. Entre sus contemporáneas aparecen figuras de primerísimo nivel como Isabel Santos, Broselianda Hernández, Dianelis Brito, Anabel Leal, Larisa Vega, Thais Valdés, Luisa María Jiménez y María Isabel Díaz. Aquella hornada hizo historia en la televisión, el teatro y el cine cubanos, ganándose la admiración y el respeto del público antillano.
Para Beatriz Valdés la primera oportunidad de incursionar en el séptimo arte llegó de la mano del director Rolando Díaz, con el filme Los pájaros tirándole a la escopeta (1984), comedia que se ganó un lugar en el top ten de las películas cubanas dentro de ese género. En ella compartió roles con artistas de la talla de Consuelito Vidal, Reynaldo Miravalles y Albertico Pujols.
Le siguieron otros proyectos con aquilatados realizadores, como Jesús Díaz y Víctor Casaus. Pero el salto definitivo al estrellato, la consagración dentro del cine cubano e hispanoamericano, le llegó en 1989 con La bella de la Alhambra, una obra maestra que muchos cubanos, sobre todo los amantes del cine, han visto incontables veces y siempre quedan atrapados en la historia que narra, la recreación de lo que fue el teatro Alhambra —evocación del glorioso teatro musical cubano— y la fabulosa actuación de Beatriz Valdés, secundada por Verónica Lynn, Carlos Cruz y César Évora.
En los años noventa su carrera despegó en Venezuela, tras haber sido seleccionada para encarnar al personaje de Manuela Sáenz en el filme de Diego Rísquez Manuela Sáenz: la Libertadora del Libertador, papel que le consiguió un éxito rotundo y acceso a la televisión venezolana, donde ha participado en varias telenovelas.
Actualmente, Beatriz Valdés vive y trabaja en Miami, donde ha manifestado su absoluto repudio a la represión que sufre el pueblo cubano.