CUIDAD DE MÉXICO, México.-Aile Marcano, madre del preso político Ángel Jesús Veliz declaró a Cubanet que su hijo lleva un mes en celda de castigo como resultado de un delito fabricado por las autoridades carcelarias.
El joven, de 27 años, fue trasladado a un régimen de mayor severidad, en la prisión Kilo 8, en Camagüey el pasado 18 de octubre. Una semana antes Veliz discutió con el oficial Yuri Torres en el campamento donde estaba recluido.
Marcano asegura que tras el altercado con Torres, recrudecieron el hostigamiento hacia su hijo. Hasta que finalmente decidieron trasladarlo a la prisión porque en una requisa ocuparon una cuchilla que usaba para su máquina de pelar.
“Esa herramienta él la había tenido durante meses a la vista de las autoridades, quienes lo sabían y nunca fue un problema, hasta su desavenencia con el oficial”, explica su madre.
Desde entonces ha estado recluido en una celda de metro y medio con un muro de cemento como cama. Jesús Veliz apenas sale del reducido espacio, salvo los lunes cuando le permiten llamar por teléfono a su familia.
La abogada Laritza Diversent, directora de Cubalex, explicó a Cubanet que el reglamento de prisiones cubano especifica que un recluso solo puede estar en una celda de castigo si representa un peligro para sí mismo o para los demás. Un requisito que no aplica en el caso de Jesús pues nunca ha tenido un comportamiento violento.
La valentía de una madre
“Me preocupa mucho su salud por las condiciones de humedad e insalubres de ese lugar. Además le ha subido la presión arterial producto al acoso de Torres hacia él”, contó Marcano a Cubanet. Ella está convencida de que esta acción se suma a las represalias contra su hijo para callarla.
Veliz fue condenado a a seis años de privación de libertad, acusado por los supuestos delitos de desorden público y atentado.
Desde que el joven fue detenido por manifestarse contra el gobierno el pasado 11 de julio de 2021, su madre no ha parado de denunciar y pedir la libertad de su hijo.
A finales de abril, Marcano viajó a la sede de Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza. Allí solicitó mayor presión internacional sobre el régimen cubano para la excarcelación de los presos del 11J.
El pasado 1 de agosto, ella y varios familiares de presos políticos protestaron frente a la Catedral de La Habana exigiendo la liberación de sus seres queridos. Su activismo le ha valido el incesante acoso del gobierno cubano.
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