MIAMI, Estados Unidos. – El escritor Leonardo Padura dijo esta semana al medio uruguayo Montevideo Portal que en Cuba había “escasez de alimentos, escasez de medicamentos y escasez de esperanza”.
Cuestionado sobre el devenir de la Isla, respondió que el futuro del país era “un gran signo de interrogación”.
“En algún momento debe haber necesariamente grandes cambios, económicos, sociales y quizá políticos, porque la situación actual es muy tensa y dramática”, agregó. “Es muy difícil plantearse un panorama de futuro si no se producen determinadas transformaciones. Es un túnel a cuyo fin cuesta ver una luz”.
En otro momento de la entrevista, Padura respondió: “Me han preguntado muchas veces a qué aspiro para el futuro de Cuba, yo digo que aspiro a que un médico pueda vivir dignamente de su salario, y con eso creo que sintetizo un poco la situación de los ciudadanos cubanos. Una persona que entrega su conocimiento para salvar la vida de los otros, creo que merece el mayor respeto y reconocimiento social”.
Con respecto a sí mismo, defendió que era un escritor independiente y que practica la independencia respecto a cualquier política. “Mi compromiso es con una realidad de la que hablo y de la que no soy responsable, porque no soy yo quien la crea, pero puedo asegurar algo: tal vez las verdades que digo en mis libros no sean las únicas posibles, porque la verdad es muy amplia y puede ser relativa, pero lo que sí es seguro es que en mis libros no hay ninguna mentira con respecto a Cuba. Ese es un elemento que me da una fuerza moral, porque no miento cuando hablo de la realidad cubana”, aseguró.
El escritor cubano, Premio Nacional de Literatura en 2012 y Premio Princesa de Asturias en 2015, también se refirió al proceso de parametrización llevado a cabo en la Isla en la década de 1970.
“Hay en Cuba una generación cultural que sufre mucho ese periodo [Quinquenio Gris o Decenio Negro], que es de dogmatización absoluta, de persecuciones”, recordó.
Fueron “marginados muchos escritores, músicos, artistas plásticos, cineastas, profesores. Y todo por cuestiones como sospechas de homosexualidad, creencias religiosas, o pensamientos no totalmente acordes a lo que se esperaba en ese momento”, agregó.
“Con el paso de los años esa política se alivió, pero no desapareció. Siempre ha habido una política restrictiva y fundada en principios de una mirada politizada con respecto a la creación artística, al comportamiento de los intelectuales. Eso se manifestó en formas de censura, de control, de preferencias de unos intelectuales sobre otros, y sigue así hasta hoy”, sostuvo.
Recientemente, Padura también concedió una entrevista al diario Clarín, de Argentina, en la que reconoció que en Cuba había “un proceso de invisibilización” de su trabajo porque no se daban noticias de sus presentaciones.
“Soy Premio Nacional de Literatura, aunque soy un escritor del que no se habla nunca en los medios cubanos o se habla muy poco, me paso 10 años sin salir en la televisión”, dijo el reconocido escritor.
En ese sentido, agregó: “Hay un proceso de invisibilización de mi trabajo, porque no se dan noticias de mis presentaciones en Cuba. Por vía oficial nadie ha sabido que haya publicado este libro y soy el único escritor cubano con un premio Princesa de Asturias, que debería ser significativo. Es una situación muy compleja y lo más doloroso es que ese acceso a mis libros sea justamente más complicado en el país donde yo quisiera que más y mejor circulen”.
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