MIAMI, Estados Unidos. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-Un, volvieron a reunirse este miércoles en Hanói como parte de la cumbre que se realiza entre ambos países para abordar la desnuclearización de la península coreana y mejorar las relaciones bilaterales.
El encuentro tuvo lugar en el céntrico hotel Sofitel Metropole de la capital vietnamita. Allí, el mandatario estadounidense volvió a prometer un futuro brillante a Corea del Norte si el país asiático acepta por fin renunciar a su arsenal nuclear.
Al igual que ocurrió en la anterior cumbre, celebrada en Singapur en junio del pasado año, Trump y Kin se saludaron de mano y posaron frente a las banderas de sus países mientras sonreían ante los fotógrafos.
“Creo que la será muy exitosa”, afirmó Trump al ser cuestionado por la prensa sobre sus expectativas en torno a la cumbre.
Kim, por su parte, dijo estar “seguro de que esta vez habrá grandes resultados que serán bien recibidos por todos”. “Lo haré lo mejor que pueda para que ocurra”, agregó.
Tras el encuentro protocolar inicial, ambos mandatarios tuvieron una cena de una hora y 45 minutos de duración en la que intercambiaron en un ambiente aparentemente desenfadado y casi íntimo. A su lado cenaron sus respectivas traductoras, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, el jefe de gabinete en funciones de Casa Blanca, Mick Mulvaney, el canciller norcoreano, Ri Yong-ho, y el principal responsable de inteligencia de Pionyang, Kim Yong-chol.
Se espera que en la cumbre se emita una declaración que impulse el proceso de desnuclearización que se planteó en Singapur, y que apenas ha cosechado avances ante la falta de una hoja de ruta. En ese sentido, no queda claro aún qué pasos estaría dispuesto a dar Kim para eliminar su arsenal nuclear o qué concesiones podría ofrecer Estados Unidos a cambio.
(Noticia en desarrollo)