WASHINGTON. – El presidente estadounidense, Donald Trump, mostró este martes su “alarma” por las “nuevas propuestas” de implantar el socialismo en Estados Unidos durante su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso.
“EE.UU. se fundó con libertad e independencia, no bajo la coerción, dominación y control del Gobierno, y seguiremos libres. Esta noche, renovamos nuestra determinación de que EE.UU. nunca será un país socialista”, afirmó Trump.
Esta afirmación levantó a la bancada republicana y provocó una amplia sonrisa sarcástica de la representante por el distrito 14 de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, que ha sido duramente criticada por sus ideas socialistas.
Trump criticó el socialismo después de condenar la “brutalidad” del régimen de Nicolás Maduro, y recordar que EE.UU. ha reconocido como mandatario encargado de ese país a Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento).
“Condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas han convertido a esa nación de ser una de las más ricas de Sudamérica a un Estado de pobreza y desesperación”, apuntó Trump.
La Casa Blanca elaboró en octubre pasado un informe en el que alertó de que el socialismo está viviendo un regreso al discurso político estadounidense y criticó sus efectos económicos.
“Coincidiendo con el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx, el socialismo está viviendo un regreso en el discurso político estadounidense. Propuestas políticas detalladas de autodenominados socialistas están ganando apoyo en el Congreso y entre mucho del electorado”, indicó la Casa Blanca en un documento publicado semanas antes de las elecciones legislativas de noviembre pasado.
El documento, elaborado por el Consejo de Asesores Económicos (CEA, en sus siglas en inglés) del Gobierno de EE.UU., llevó el título de “Los costes de oportunidad del socialismo”.
Entre las propuestas que analizó está la sanidad pública universal, que aunque está lejos de formar parte del debate de la opinión pública empezó a ganar adeptos tras el impulso dado por progresistas como el senador Bernie Sanders, exaspirante a la candidatura demócrata en las elecciones presidenciales de 2016.
(EFE)