LA HABANA, Cuba, 24 de octubre (C/R Otero; 173.203.82.38)- El pasado 14 de octubre, Sixto Tamayo, de 77 años, se suicidó después que la dirección de las oficinas centrales de la corporación Aguas de La Habana le informó que quedaba cesante como parte de la nueva reducción de plantillas decretada por el gobierno.
El viejo Sixto, como le llamaban sus compañeros, fue cocinero en esa entidad por más de un cuarto de siglo. Ex oficial del Ejército Rebelde y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), llegó a ser cocinero personal de Fidel Castro, pero al final de su vida no contaba ni con cuarto propio donde vivir y dormía en una sección de la despensa de esa corporación.
Con la llamada “reducción de plantillas” el gobierno apunta a cesantear al menos un millón y medio de empleados estatales, alrededor del 25% de la fuerza laboral del país.