La oposición cubana está compuesta por hombres y mujeres valientes que ponen en peligro su tranquilidad y, hasta sus vidas. Nuestra lucha contra el régimen es una pelea “de mono (amarrado) contra león”, en la que, por supuesto, somos el mono amarrado. No obstante, a pesar de la desigualdad de condiciones, continuamos reclamando nuestra libertad con persistencia y dignidad.
El pueblo cubano ayudaría considerablemente a librar esta lucha contra el “león”, que es la lucha de todos, si venciera el miedo y decidiera de una vez dejar de colaborar con el gobierno, dejar de aplaudir las supuestas aperturas, que no son más que trampas de la dictadura para comprar tiempo.
Este pueblo, que enfrenta cada día tantas penurias y prohibiciones, debería imitar al personaje de esta historia que escuche.
Se cuenta que un Gobierno le preguntó al Pueblo oprimido que quiso rebelarse:
– Si yo te diera cada mes alimentos suficientes para que no mueran de hambre tú y tu familia, ¿me defenderías y adularías?
– Eso sería muy poco para que tú merecieras mis adulación -respondió el Pueblo.
– Y si yo te diera la libertad para trabajar, negociar y buscar así el sustento y el bienestar para tu familia, ¿me adularías?
– Entonces no necesitaría de ti para alimentar a los míos. ¿Por qué habría de adularte?
– Y si yo te diera todo, libertad para trabajar, para reunirte con quien quieras, para expresarte, para entrar y salir del país cuando desees… ¿me apoyarías y adularías?
– Si realmente me dieras todo eso, no veo qué necesidad tendría yo de adularte, ni tú de que yo te adulara.
Apoyar y adular a los dictadores, aunque pueda a veces parecer beneficioso, nunca es buen negocio a largo plazo, no vale la pena ni nos libra de ser sus víctimas. Cuando seamos libres al fin y se instaure en la isla una verdadera democracia, no tendremos que adular a nadie para que nos otorgue los derechos que nos asisten por el solo hecho de ser seres humanos.
No es tarea fácil, pero si todos perdemos el miedo que nos paraliza y decidimos dejar de simular, podremos lograrlos.