MIAMI, Estados Unidos.- Los abogados defensores de los dos sobrinos del presidente de Venezuela acusados de narcotráfico han dicho que sus clientes son demasiado crédulos e inocentes para sacar ser culpables de los delitos que se les inculpan.
De acuerdo a información publicada en el diario miamense el Nuevo Herald, el abogado John Zach declaró que “todo se reduce a un puñado de decisiones estúpidas de mi cliente y su primo”, refiriéndose a los sobrinos de Nicolás Maduro y Cilia Flores, que fueron apresados el pasado noviembre en Haití como resultado de una operación secreta coordinada por la DEA.
Este lunes comenzó el juicio federal contra Efraín Campo, de 29 años, y Francisco Flores, de 30, acusados de conspirar para traer 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos.
Se espera que el juicio dure 10 días y en él se incluye un jurado de 16 ciudadanos (diez hombres y seis mujeres), entre los cuales hay cuatro jurados alternativos. Los resultados de este proceso tendrían serias implicaciones internacionales, debido a que afectan las deterioradas relaciones entre EE.UU. y Venezuela.
En tanto, la Fiscalía ha acusado a los sobrinos de Maduro de usar sus conexiones familiares para planear un negocio masivo de cocaína por valor de millones de dólares en Estados Unidos.
Este lunes, los fiscales prometieron al jurado que presentarían evidencias donde se escucha a los acusados hablar de enviar cocaína a Honduras conociendo que su destino final sería EE.UU. También, que verían fotos de Campo con un paquete de cocaína y escucharían a Flores alardear de tener el control total de un hangar en el aeropuerto a las afueras de Caracas, en Venezuela.
Emil Bove aclaró en sus alegatos iniciales que se trata de “un hangar controlado por el presidente de Venezuela”, Nicolás Maduro.
En tanto, la defensa describió una operación policial chapucera que no acabó con la incautación de cocaína alguna. Por otra parte, los abogados de los sobrinos de Maduro acusaron a la DEA de centrarse en Campo y Flores por sus nexos familiares con la familia presidencial venezolana.
Por su parte el abogado defensor Michael Mann, representante de Francisco Flores, dijo que el caso se basa en tres informantes confidenciales que sacaron provecho a la inexperiencia de los sobrinos.
De esos informantes, uno murió y otros dos cumplen prisión tras haber sido sorprendidos mintiendo a la DEA sobre negocios de drogas no aprobados por las autoridades al tiempo que recibían hasta dos millones de dólares del gobierno federal.
La defensa dijo que los informantes escogieron a Campo y a Flores porque vieron la posibilidad de ganar mucho dinero y explotaron su ingenuidad. Según el abogado, un narcotraficante de verdad se hubiera dado cuenta del problema rápidamente.
Sin embargo, la Fiscalía pidió al jurado que se centrara en los testimonios. “A los acusados los agarraron con las manos en la masa”, dijo el fiscal federal adjunto Emil Bove.