LA HABANA.- El pasado 15 de marzo se conmemoró el Día Internacional de los Derechos del Consumidor. Precisamente esa jornada evocó lo que hace aproximadamente dos años fue todo un hito en el desarrollo de aplicaciones en Cuba. Se trataba de Checkprod, un app móvil desarrollada y promocionada por el Estado cubano que pretendía ayudar al cliente de las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), pero que con el paso del tiempo ha pasado al desuso total.
Esta herramienta comprobaba el precio real de los productos que se ofertaban en toda la cadena de TRD. Bajo la consigna de la “defensa al cliente” pretendía, además, luchar contra las irregularidades que se ven en los mercados estatales cubanos como son la adulteración del precio de los productos o la incorporación de mercancías no registradas por la empresa.
Por otro lado, Checkprod resultaba una aplicación esperanzadora que pretendía ser la primera herramienta digital que le brindaría cierta seguridad al cliente sobre la mercancía que pretendía adquirir en dichas tiendas, “un primer paso desde lo estatal para lo que hubiese podido también haber sido la guía de muchos otros proyectos”, comenta Alejandra, una joven informática y desarrolladora de aplicaciones para el sector privado.
Directo al olvido
La aplicación comenzó a funcionar en pocos establecimientos cubanos como el Supermercado de 3ra y 70 del municipio capitalino de Playa, o la tienda La Época, en Centro Habana. Solo estos tenían las condiciones y los recursos que permitían descargar la app vía wifi.
Los trabajadores de aquellos centros desconocían los modos de instalación, y había que recurrir a la bondad de terceros para poder ponerla en funcionamiento o leerse las instrucciones de unas pancartas ubicadas en algún lugar de las mencionadas tiendas.
A pesar de que en un inicio se describió como un programa fácil de llevar en los celulares, la realidad fue totalmente distinta. Primeramente había que acceder a la red “WIFI_TRD” y teclear la dirección web “http://checkprod.trd” o “10.172.1.14”; era en ese sitio donde se podía descargar y después instalar la app. También era necesario agregar un programa llamado “Barcode Scanner” e incorporarle la base de datos a la aplicación.
A partir de ahí se podían escanear algunos códigos de barras de diferentes productos. Sin embargo, esto no podía realizarse siempre porque muchos de los envases que los contenían estaban deteriorados, lo que resultaba muy difícil en cuanto a la detección del código de barras.
Si a esto le añadimos que también la aplicación para ser efectiva debía ser actualizada todas las semanas con los nuevos productos y precios que constantemente varían en los mercados, la hazaña resultaba más difícil aún.
Las aplicaciones de los privados ganan preferencia
La realidad de las aplicaciones que se desarrollan en el sector estatal no es muy diferente al caso de Checkprod. La mayoría se desconocen y ni siquiera se puede decir que hayan pasado al olvido porque nunca estuvieron en los celulares. Por tanto, entre la baja promoción y calidad de las mismas, se puede decir que la mayoría de los usuarios en la nación caribeña desconocen la existencia de aplicaciones móviles desarrolladas en instituciones manejadas por el gobierno.
Por otro lado, desde el 2010 se ha visto un aumento considerable de los jóvenes desarrolladores cubanos. Para tener una idea del aumento de la actividad computacional, según la agencia IPS en 2010 solo existía en Cuba un cuentapropista registrado bajo la licencia de programador de equipos de cómputo. Sin embargo para 2017 rebasaba los mil quinientos el número de programadores de equipos de cómputo con licencia para el sector privado, según informó el pasado año Grisel Reyes León, presidenta del Grupo Empresarial de Informática y Comunicaciones durante una de las sesiones del Taller de Informática y Comunicaciones para la Sociedad.
Muchos de estos grupos de desarrolladores buscan la consolidación del mercado de las aplicaciones celulares en la Isla mediante la creación de algunas apps destinadas a los negocios privados para ser utilizadas como herramientas del marketing digital y vinculadas a resolver problemas básicos de la cotidianidad del cubano como son las bases de datos para el transporte, las telecomunicaciones, entre otros.
De ahí que en la actualidad las aplicaciones más preferidas y útiles para los cubanos sean las desarrolladas por los privados. Todo esto se permite gracias a las facilidades que tiene el sistema operativo para móviles Android, el cual promueve una plataforma abierta a cualquier programador para crear sus propias aplicaciones.
Precisamente este impulso ha hecho que los jóvenes desarrolladores de apps se reúnan en una asociación conocida como Comunidad Android de Cuba y se enfoquen en generar nuevas perspectivas que impulsen este sector en la Isla.
Mientras tanto Checkprod, la herramienta estatal que buscaba la protección de los derechos del consumidor, quedará como un intento fallido de cuidar los derechos del cliente que hubiese trunfado en la lucha contra la corrupción de no haber sido por los constantes fallos y el desinterés de las empresas del Gobierno por facilitar las nuevas tecnologías.