Sergio Andricaían conversa sobre eventos literarios para niños y jóvenes en Miami

MADRID, España.- El prolífico escritor de Literatura Infantil y Juvenil cubano Sergio Andricaín conversó con CubaNet sobre los diversos eventos dedicados a niños y jóvenes que desarrolla durante el año Cuatrogatos, fundación con sede en Miami que codirige junto al también escritor Antonio Orlando Rodríguez.
Entre estos eventos se encuentran “Palabra Viva Weekend”, “Fiesta de la Lectura” y “Seminario de Literatura infantil y Lectura”, un encuentro teórico internacional que se realiza en noviembre, dentro de la programación de la Feria del Libro de Miami.
Sergio Andricaín, residente en Estados Unidos, inició su camino por la literatura infanto-juvenil en la década de 1980 en el Centro Juan Marinello del Ministerio de Cultura en Cuba. Ganador del Premio Campoy-Ada en la categoría de Poesía infantil Latino-céntrico, entregado por la Academia Norteamericana de la Lengua Española, es autor de Cuando sea grande, Un zoológico en casa, La caja de las coplas, Dragones en el cielo y La noche más noche, entre otros.
“Contribuir a promover la literatura infantil y juvenil en español entre los mediadores de Iberoamérica y Estados Unidos, para que, a través de ellos, lleguen a los niños y jóvenes obras de calidad que apoyen su proceso de formación como lectores autónomos y críticos”, es uno de sus principales objetivos dentro de la Fundación.
―¿Cómo surge la Fundación Cuatrogatos?
―Cuatrogatos surgió en la ciudad de Miami en el año 2000, primero como una revista digital dedicada a la literatura infantil en español. La creamos el escritor Antonio Orlando Rodríguez y yo, y fue una de las primeras publicaciones periódicas que aprovecharon el auge de la internet para promover y estudiar los libros escritos y editados para niños y jóvenes. Nos interesaba dar a conocer obras de calidad que se publicaban para estos destinatarios y, también, proponer temas relacionados con la promoción y la formación de lectores desde las primeras edades. En el año 2012 decidimos cambiar el formato de Cuatrogatos y lo convertimos en un portal focalizado en la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) y en temas afines con la mediación lectora. Ese mismo año constituimos la fundación, es decir, le dimos a Cuatrogatos la personería jurídica de una organización sin ánimo de lucro del estado de Florida, para desarrollar proyectos encaminados a promover la literatura y los libros en español.
―¿Cuáles eran los objetivos iniciales y en qué punto están en este momento?
―Los objetivos iniciales de Cuatrogatos siguen siendo los mismos que nos guiaron para la creación de la fundación: contribuir a promover la literatura infantil y juvenil en español entre los mediadores de Iberoamérica y Estados Unidos, para que, a través de ellos, lleguen a los niños y jóvenes obras de calidad que apoyen su proceso de formación como lectores autónomos y críticos. Desde el 2012 ampliamos nuestras actividades a la literatura para adultos, organizando recitales, conferencias y presentaciones de libros. En este momento, la Fundación Cuatrogatos tiene convenios de colaboración con varias instituciones locales para desarrollar programas culturales de forma conjunta.
―Principales proyectos de la fundación actualmente…
―La Fundación realiza un conjunto de programas anuales que constituyen el eje de su trabajo. Ellos son:
- Palabra Viva Weekend, que tiene lugar en la primavera y que propone eventos tanto para adultos como para niños; estos exploran los vínculos de la literatura con otras manifestaciones artísticas como el teatro, la narración oral, las artes visuales, el video y la música, por ejemplo.
- Soy un libro viajero, que se realiza en el verano y consiste en “abandonar” libros de diferentes géneros y autores en espacios públicos de Miami con el propósito de que las personas los encuentren, los lean y después los “abandonen” en otros lugares para que nuevos lectores los hallen y disfruten.
- Fiesta de la lectura, que es nuestro principal evento, dura toda una semana y se realiza en octubre, en el marco del mes de la Hispanidad. Durante esta jornada se visitan escuelas y bibliotecas y se trabaja en espacios culturales de la ciudad presentando actividades literarias, obras de teatro para niños y performances literarias para la audiencia adulta dedicadas a creadores como Federico García Lorca, Eliseo Diego y María Elena Walsh o a géneros como la microficción. Cada año, además, en la Fiesta de la Lectura se realiza el lanzamiento de nuevas tarjetas literarias para niños de nuestra colección Tris Tras. Estas tarjetas llevan, por un lado, una imagen creada por un ilustrador y, por la otra, un breve cuento o poema inspirado en esa ilustración. En la creación de estas tarjetas, que se distribuyen gratuitamente en escuelas, bibliotecas, librerías y centros culturales de Miami, han participado importantes artistas de distintos países.
- Seminario de Literatura infantil y Lectura, un evento teórico internacional que se realiza en noviembre, dentro de la programación de la Feria del Libro de Miami, con la presencia como invitados de autores y especialistas de literatura infantil y mediación lectora de distintos países.
- El Premio Fundación Cuatrogatos, nuestro programa más conocido internacionalmente, con diez años de trayectoria, que cada año selecciona los veinte mejores libros leídos por un grupo de colaboradores interesados en el estudio de la LIJ, así como doce finalistas y cien recomendados.
- Publicaciones digitales de descarga gratuita. Cuatrogatos, en algunos casos en alianza con otras instituciones educativas y culturales, ha publicado antologías de poesía para niños y también libros informativos sobre la LIJ en Iberoamérica y Estados Unidos. Estos materiales están disponibles en nuestro sitio web cuatrogatos.org.
Además de estos programas y acciones, durante todo el año organizamos visitas de escritores y narradores orales a escuelas, presentaciones de obras de teatro y talleres de escritura creativa, entre otras actividades.
―¿Podría ejemplificar la recepción que tiene en los niños y jóvenes el trabajo que hacen?
―La asistencia y participación de los niños y jóvenes en los programas organizados por la fundación es una muestra de la aceptación que tienen nuestras actividades. Por poner un ejemplo, menciono el Pícnic de libros, un evento que inicialmente emprendió Cuatrogatos y al que sumaron la Feria del Libro de Miami y el Koubek Center, ambas instituciones del Miami Dade College. Al pícnic acuden los niños junto a sus familiares para disfrutar de una variada programación cultural que incluye talleres de manualidades, narración oral, puestas escénicas de obras teatrales, actuaciones de mimos, presentaciones de cantantes y músicos, eventos danzarios, etc. Al finalizar el evento, se sacan a los jardines unos grandes manteles a cuadros blancos y rojos, encima de los cuales se colocan unas canastas llenas de libros para que los niños y los adultos los lean juntos. Para hacerse una idea de la importancia que tiene el pícnic, durante la pandemia se transmitió por internet una versión virtual del evento, realizando las adecuaciones requeridas, y tuvo un gran alcance internacional. Luego de la pandemia, se volvió al formato del inicio, que es presencial, y que ha llegado a congregar en ocasiones a más de 200 personas.
― ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de la literatura infantil y juvenil?
―Soy sociólogo de profesión, y en Cuba trabajé en varios grupos de investigación. En la década de 1980 comencé en el Centro Juan Marinello del Ministerio de Cultura una línea de estudios acerca de las obras más significativas de la LIJ nacional y de los presupuestos de los creadores al escribir para niños y jóvenes. Ese fue el comienzo de un camino que me acercó definitivamente a las letras para la infancia. En un momento determinado sentí la necesidad de preparar antologías sobre la literatura de tradición oral, la cual es tan importante cuando hablamos de literatura para niños, y más adelante me propuse escribir ficción para ellos. A la vez, seguí publicando artículos y a lo largo de las últimas tres décadas he participado como conferencista y talleristas en congresos y seminarios sobre LIJ y lectura realizados en distintos países. Esa ha sido, a grandes rasgos, mi trayectoria por la literatura destinada a la infancia y la juventud.
En el área de la ficción, básicamente he escrito libros álbum (Cuando sea grande y Un zoológico en casa) y cuentos (La caja de las coplas, Dragones en el cielo, La noche más noche, Rizos Blancos quiere dormir y Chao, familia), aunque tengo también una obra en que se entremezclan historias y poemas (Libro secreto de los duendes). Además, he recreado relatos de la oralidad en Hace muchísimo tiempo y Había otra vez. Historias de siempre vueltas a contar), y, con Antonio Orlando Rodríguez, he escrito las colecciones La vuelta al mundo en cinco cuentos y A lomo de cuentos. También he dado a conocer antologías como Isla de versos. Poesía cubana para niños, ¡Hola! que me lleva la ola, Cuentos de hadas de ayer y de siempre, Cuentos de hadas de hoy y de mañana y Arco iris de poesía. Entre las recopilaciones de folclor pueden mencionarse Alelé, alelé, Colorín, colorado, Lero, lero candelero, Adivínalo si puedes y El libro de Antón Pirulero.
―Recientemente recibió, por segunda ocasión, el Premio Campoy-Ada en la categoría de Poesía infantil Latino-céntrico, por la obra Tilingo, tilingo: Rimas, trabalenguas, y adivinanzas tradicionales. ¿Qué significó este premio para usted y para el trabajo que realiza?
―El que esta antología de poesía de tradición oral haya recibido el Premio Campoy-Ada ratifica la importancia que le concede la Academia Norteamericana de la Lengua Española, que es la institución que entrega el galardón, a las manifestaciones del folclor en la literatura infantil.
Los primeros encuentros que los niños tienen con la poesía se dan a través de las formas poéticas orales: canciones de cuna, rimas y rondas, trabalenguas, retahílas, adivinanzas… Del mismo modo, en las etapas iniciales de la vida los niños se ponen en contacto con las historias de origen popular. Esto les permite expandir su universo lexical, conocer las estructuras lógicas que sustentan esos relatos, identificarse como parte de una comunidad lingüística y, por supuesto, desarrollar su imaginación. Por eso me siento muy honrado de haber recibido por segunda vez este premio que lleva el nombre de dos mujeres, Isabel Campoy y Alma Flor Ada, que han contribuido enormemente a abrir un camino para que la literatura y el idioma español estén presentes en las escuelas y universidades de Estados Unidos, y que han creado una obra impresionante que ejemplifica la contribución social de los hispanoamericanos a esta nación.
―Desde el 2013 Cuatrogatos organiza la Fiesta de la Lectura en octubre. ¿Cuáles son los principales temas que se llevan a esta feria y las principales actividades? ¿Cómo se determina el programa?
―El tema siempre está relacionado con lo literario, que es el elemento principal de nuestro quehacer, y con la celebración del idioma español y de la cultura hispana en Estados Unidos. El evento se financia mediante grants del condado y del estado que se conceden después de una reñida competencia entre las instituciones que los solicitan. Una vez conseguidos los recursos, se diseña la programación (que incluye actividades para niños, jóvenes y adultos), se somete a la aprobación de la junta directiva, se seleccionan los artistas que participarán en las actividades y se concertan los espacios y las fechas y horarios.
―¿Cómo es la participación del público?
―En Cuatrogatos no nos podemos quejar de la participación del público en la Fiesta de la Lectura. En general contamos con una nutrida asistencia y las opiniones que nos da la audiencia no solo son positivas, sino también estimulantes. Por otra parte, cada año contamos con la presencia de talentosos escritores y artistas, no solo de Miami, sino también invitados provenientes de países como México, Colombia o España.
―¿Cómo valorarías el panorama de la literatura infantil en Cuba actualmente?
―Llevo fuera de Cuba más de treinta años y no he podido seguir de cerca la literatura en la Isla. No obstante, algunos autores nos hacen llegar sus obras a la Fundación Cuatrogatos y en algunos casos adquirimos libros de escritores cubanos en ferias internacionales. Gracias a esto, un par de obras publicadas en Cuba en los últimos años han sido incluidas entre las lecturas recomendadas por nuestra organización.
―Durante varias décadas, especialmente en los 70, la LIJ en Cuba estuvo marcada por la censura. ¿Actualmente qué está ocurriendo al respecto?
―En un país en que las editoriales son controladas desde hace décadas por el estado, la censura es previsible. Fui testigo de cómo en la Cuba de 1970 y 1980 algunos autores de libros para niños consiguieron crear obras que evadían la censura porque sus narraciones y poemas recreaban ciertas zonas del pasado relacionadas con temas históricos, familiares y culturales, y porque se adentraban en los territorios de la imaginación y la fantasía, muy distantes estos de la inmediatez política. Supongo que hoy siga pasando lo mismo. Siempre es posible que en los textos de ficción se infiltren ideas contestarias que no lastran la escritura, sino que le dan mayor riqueza ya que exigen un lector atento para hallar significados que se alejan del discurso oficial. Por otra parte, la censura en Cuba no es hoy la misma que en los 1960: ahora a las autoridades culturales pareciera no importarles que los autores jueguen con “la cadena”, siempre que no se metan explícitamente con “el mono”.