GUANTÁNAMO, Cuba.- Diciembre tras diciembre, los cubanos podemos ver por televisión algunos fragmentos de las sesiones de lo que la prensa oficialista califica como “nuestro parlamento”.
Pero la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) no es “nuestra”, porque no elegimos a los diputados. Tampoco es un “parlamento” pues los órganos legislativos que reciben ese nombre se caracterizan por la confluencia de diversas fuerzas políticas y porque sus miembros-todos elegidos por el pueblo-cuestionan sin ambages al ejecutivo cuando sus políticas no rinden el fruto esperado o no satisfacen a los electores. Aquí, ante los reiterados fracasos económicos del castrismo, “nuestros diputados” renuevan su apoyo y esperanzas por el socialismo paupérrimo e insostenible que padecemos, por supuesto que en nombre del pueblo que no los eligió para esos cargos.
El tema económico es uno de los fundamentales en la agenda anual de la ANPP, pero el análisis que recibe en ese órgano y en la prensa oficialista está permeado por eufemismos y justificaciones. Por supuesto que el “bloqueo” es el principal culpable de todo. Los dirigentes cubanos saben que no necesitan respaldo popular para ejercer sus cargos y quienes tienen la responsabilidad de informar sobre este asunto recitan el mismo guión cada año.
En el dictamen sobre el Plan de la Economía Nacional y el Presupuesto del Estado para el Año 2013, presentado por el diputado Osvaldo Martínez, Presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la ANPP en diciembre del 2012, se aseguraba que el Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó sólo el 3.1% del 3.4% planificado. El diputado afirmó que se había planificado un crecimiento del 3.7% del PIB para el 2013, cifra cercana al promedio previsto para América Latina y el Caribe.
Pero en el 2013 la economía tampoco alcanzó el crecimiento planificado, sino sólo el 2.7%, según el informe que brindó Adel Izquierdo, entonces ministro de Economía y Planificación. El ministro aseguró que para el 2014 la economía cubana debería crecer un 2.2%.
Sin embargo el 2014 cerró con un crecimiento del 1.3%, lo cual fue informado por Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Ministros y ya entonces nuevo Ministro de Economía y Planificación. Según Murillo, para el 2015 la economía cubana crecería en un 4% o algo más. Así fue publicado por Juventud Rebelde el 20 de diciembre del 2014.
El 30 de diciembre del 2015 el periódico Granma publicó la intervención de Lina Pedraza Rodríguez, Ministra de Finanzas y Precios, en la que dio a conocer el Proyecto de Ley del Presupuesto del Estado para el 2016 y la ejecución del Plan del 2015. Según su informe la economía cubana creció en un estimado del 4%, lo cual, de haber sido cierto, estuvo acorde con lo planificado. Pero… ¡ese crecimiento jamás fue constatado en la práctica por el pueblo!
Por esos días la prensa oficialista publicó que para el 2016 se planificó un crecimiento del 2% del PIB. Quien no sea economista ni reciba información transparente sobre la economía cubana tiene todo el derecho de preguntarse el por qué de esa planificación si en el 2015 la economía creció un 4%.
Pasó el 2016 y la economía sólo creció en un 1.1%, incumpliéndose nuevamente la cifra planificada.
Según el Proyecto de Ley del Presupuesto del Estado para este año 2017, expuesto en diciembre del 2016 por Lina Pedraza Rodríguez, se previó un crecimiento del 2%. Pero ahora el señor Ricardo Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Economía y Planificación, al presentar el análisis del cumplimiento del plan de la economía en el 2017 a la Comisión de Asuntos Económicos de la ANPP, afirmó lo siguiente, según publicó Granma en su edición de este miércoles 20 de diciembre:
“El 2017 se ha caracterizado por grandes retos en las actividades productivas y de servicios, dadas las tensiones financieras y materiales. No obstante a partir de proteger las principales prioridades, ha sido posible garantizar la sostenibilidad de los servicios básicos a la población y los principales niveles de actividad contemplados en el plan, y se continúa trabajando con sistematicidad en las labores de recuperación ante los daños ocasionados por el huracán Irma”. Y aseguró que lo hecho “no significa que podamos sentirnos satisfechos. Sin embargo, teniendo en cuenta la combinación de factores que han impactado en la economía, podemos concluir que se avanza aún con pasos discretos, pero se sostiene la tendencia gradual en la dinámica del desarrollo”.
Desde el 2012 –año en que se estableció la actual legislatura de la ANPP- hasta hoy, solamente en el 2015 se cumplió el crecimiento programado, si en realidad fue cierto. En los demás 4 años se incumplió y en ninguno de ellos hubo siquiera un diputado que cuestionara eso o exigiera respuestas más claras. Jamás ha habido uno sólo que se haya atrevido a preguntar ante las cámaras cuál es el presupuesto que anualmente se asigna al Ministerio del Interior o a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, un dato que nunca se ofrece al pueblo, a pesar de que según la prensa oficialista, la ANPP es la más democrática del mundo.
Y es que esos diputados han sido seleccionados por la Comisión de Candidatura por su fidelidad al régimen y están ahí para rendirle pleitesía, no para cuestionar a los principales dirigentes del país.
Esperemos que en la sesión de clausura nos informen cuánto creció la economía este año, si es que lo hizo. Claro que si hay incumplimientos la culpa volverá a tenerla el embargo, el mejor regalo político que desde 1962 hasta hoy las diferentes administraciones norteñas le han hecho al castrismo, que se ha valido de él para justificar su incompetencia y reiterados fracasos económicos.
Y aunque estoy en contra del embargo, creo que debe levantarse cuando el castrismo incorpore a su legislación los derechos humanos, los respete, y acabe de cumplir las promesas que hizo al pueblo cubano en el programa del Moncada y los Pactos de México y de la Sierra.