LA HABANA, Cuba.- La demorada tramitación y los bajos montos de las inversiones extranjeras, así como la persistente carencia de liquidez, se evidenciaron durante la Feria Internacional de La Habana (FIHAV). No se informaron otros datos sobre el estado de la economía. La política de Trump y su posible afectación a empresas de terceros países enturbiaron el ambiente, aunque una veintena de empresarios norteamericanos participó.
FIHAV 2017 se realizó del 30 de octubre al 3 de noviembre, con el II Foro de Inversiones y la presentación de la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera 2017-2018, que se actualiza anualmente. La Cartera por un total de 10 700 millones de dólares, incluye 456 proyectos, de ellos 156 nuevos; la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM) tiene 50 y el turismo 152. Los sectores cultural, bancario-financiero en la actividad de los seguros e hidráulico se incorporan.
La feria comercial se convirtió desde 2014 en la gran reunión para promover las inversiones extranjeras en Cuba y la Zona Especial de Desarrollo de Mariel. Sin embargo, la burocracia del Partido Comunista y el gobierno es la principal enemiga de las aspiraciones de lograr 2-2.5 mil millones de dólares anuales.
Raúl Castro advirtió que “…se requiere dejar atrás prejuicios arcaicos respecto a la inversión extranjera y avanzar resueltamente en la preparación, diseño y concreción de nuevos negocios”, en el VIII Congreso del Partido Comunista, en abril de 2016. Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, reitera asiduamente la necesidad de agilizar las negociaciones y la aprobación de los proyectos.
El artículo “Inversión Extranjera en Cuba: Amenazas de la lentitud”, de Ariel Terrero, publicado en Cubadebate el 6 de noviembre, resaltó que las inversiones en 2017 asciende a unos 510 millones de dólares, monto aún muy alejado de 2-2,5 mil millones estimado por el gobierno para que la economía cubana crezca a un buen paso. “El financiamiento total acordado para su ejecución en los próximos años pasa de 1 346 millones de dólares. Similar cantidad había pactado el país con empresas foráneas en los dos años y medio previos, desde que entró en vigor la Ley 118 de Inversión Extranjera (2014). Aunque ganan velocidad, todavía los capitales externos entran con lentitud”, señaló.
Malmierca apuntó los modestos avances obtenidos en el 2017, pues hasta el 30 de octubre se habían aprobado 30 nuevos proyectos, ocho de ellos en la ZEDM. Asimismo, se habían firmado ocho prórrogas y reinversiones. Desde 2014 la Ley No. 118 de la Inversión Extranjera, se han logrado 22 reinversiones, 25 nuevos negocios en la ZEDM y otros 85 fuera de ella, con compañías de más de 20 países. Actualmente, dijo, se negocian 80 proyectos y 15 de estos están en una fase muy avanzada, por lo que podrían aprobarse antes de que termine el año, por un monto que supera los 1 000 millones de dólares.
Luego de cuatro años de creada, la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) tiene 31 proyectos aprobados con cinco empresas de capital cubano, 16 de capital extranjero, ocho empresas mixtas y dos contratos de Asociación Económica Internacional, para un monto total de inversión de unos 1 100 millones de dólares. Los inversionistas proceden de 14 países y ocho multinacionales. Nueve proyectos están en operaciones, otras cuatro plantas funcionarán a inicios 2018, según declaraciones de Ana Teresa Igarza, directora general de la Oficina de la Zona, publicado por Granma, el 1-11-2017.
Las limitaciones financieras “coyunturales” de Cuba fueron mencionadas por el ministro Rodrigo Malmierca, con los mismos argumentos que en FIHAV 2016: disminución de los precios de los rubros exportables en el mercado internacional, las dificultades de algunos socios comerciales (Venezuela) el embargo y los huracanes. Igualmente reiteró la imposibilidad de tener al día los pagos corrientes de empresas cubanas a sus proveedores, debido a falta de liquidez en divisa, y que se ha continuado cumpliendo con los compromisos por el reordenamiento de la deuda externa oficial, asegurada con los principales acreedores, y la determinación de seguir honrando estas obligaciones. Raúl Castro realizó planteamientos similares en la sesión de la Asamblea Nacional en julio de 2015.
A diferencia del año anterior, Malmierca no abordó el comportamiento del Plan de la Economía en 2017, como tampoco hizo el vicepresidente y ministro de Economía y Planificación, Ricardo Cabrisas, durante su asistencia a la feria, lo que augura los incumplimientos y restricciones que deberá informar en la Asamblea Nacional de diciembre. El Producto Interno Bruto (PIB) en 2016 decreció en 0.9%, y el plan es incrementar en 2% en 2017, pero la caída parece haber continuado y resultaría sorprendente que el gobierno informara su detención, o lo atribuyera al embargo y el huracán Irma ocurrido en septiembre. Desde antes, se apreciaba que la economía continuaba en crisis, y el gobierno detuvo o revirtió las medidas de por sí insuficientes contempladas en los “Lineamientos para la Actualización del Modelo Económico y Social”.
Si el presidente parece también estar sometido al bloqueo interno, y la economía continúa a la deriva, cabe preguntarse qué espera a los cubanos en este precipicio sin proyecto de salida.