Economía y geopolítica, líneas de la reunión del ALBA-TCP

LA HABANA, Cuba. – Durante su intervención en la conferencia virtual de alto nivel “Economía Pospandemia del ALBA-TCP”, celebrada el pasado 10 de junio, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel intentó sentar las bases de cómo debían actuar en materia económica los países que todavía forman parte de este agonizante mecanismo de integración.
Uno de los párrafos del discurso del mandatario cubano debe de haber causado el asombro de muchos. Porque el benjamín del poder, tras afirmar que los países del ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas-Tratado de Comercio de los Pueblos) pueden hacer mucho, expresó: “Debemos identificar las potencialidades de cada uno, en función de una integración económica regional que priorice la complementariedad, produciendo cada país lo que le resulte más competitivo e intercambiando bienes y servicios”.
El asombro se debe a que el señor Díaz-Canel les recomendó a sus colegas del ALBA lo que le niega a la economía cubana. Todos sabemos que el mandatario, no solo debido a la endeblez financiera actual que padece Cuba, sino también como parte de una estrategia a largo plazo, aboga por cerrar la economía de la Isla mediante una especie de autarquía. O sea, tratar de producirlo todo en el país, e importar lo menos posible. Una política que condena a los consumidores cubanos a la escasez y, por lo tanto, a solo adquirir artículos de baja calidad.
Por el contrario, el heredero del poder castrista aconsejó a las naciones del ALBA a que practiquen la manera de actuar de buena parte de la comunidad internacional, especialmente en el contexto de los tratados de libre comercio que signan esta época de globalización. Es decir, no insistir en producirlo todo, sino en lo que se sea más competitivo e importar el resto de los bienes que necesite el país. Más o menos hacer valedero el principio de las Ventajas Comparativas expuesto por el economista inglés David Ricardo a inicios del siglo XIX.
Claro, siempre quedará la incógnita de si Díaz-Canel se comportó sinceramente con sus colegas del ALBA o simplemente trató de congraciarse con ellos mientras a lo interno de la Isla se mantiene como un talibán de línea dura contrario a las reformas.
Otro asunto que trascendió en el entorno de este cónclave virtual se relaciona con las apetencias geopolíticas de Rusia y China. El martes 9 de junio el periódico Granma informaba de una conversación telefónica sostenida por el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, con su homólogo ruso Serguei Lavrov. Según la fuente, uno de los principales temas tratados fue la agenda latinoamericana, incluida la situación actual en torno a los procesos de acuerdo de paz en Colombia.
Al día siguiente, el propio diario anunciaba una nueva conversación telefónica de Rodríguez Parrilla, esta vez con el canciller chino Wang Yi. De igual manera, el proceso de paz en Colombia y la actualidad latinoamericana fueron tópicos protagónicos en la plática.
Al tercer día (jueves 11), al informar acerca de la realización de la citada conferencia virtual, el propio órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC) dio a conocer que, además de conversar acerca de la reactivación de Petrocaribe y el relanzamiento del banco del ALBA, los dignatarios hicieron énfasis en el fortalecimiento de la cooperación con Rusia y China.
Es difícil imaginar que todo haya sido obra de la casualidad y que no exista una concatenación entre las llamadas telefónicas de Bruno y los temas tratados por los mandatarios de las naciones del ALBA, máxime si consideramos lo deseosas que deben estar Rusia y China por profundizar su influencia en América Latina.
Por lo demás, no dudamos de que Nicolás Maduro se sienta a sus anchas por una hipotética presencia rusa en Venezuela. El dirá que si Bashar al-Ásad se mantuvo gobernando a Siria gracias a los militares rusos, el Kremlin podría hacer lo mismo para evitar que lo expulsen a él del poder.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.