LA HABANA, Cuba. – Durante una reunión de chequeo de las tareas de recuperación de los daños ocasionados por el paso del huracán Ian y las intensas lluvias que afectaron a la región oriental del país el pasado mes de junio, el primer ministro Manuel Marrero Cruz se mostró insatisfecho con lo logrado hasta el presente.
Acerca de la marcha de los trabajos para revertir los daños causados por las inundaciones en la zona oriental de la Isla, se dijo en el encuentro que solo las provincias de Tunas y Holguín avanzan en ese sentido, y por el contrario muy poco se ha hecho en los territorios de Granma, Santiago de Cuba y Camagüey.
En el caso específico de Granma se informó que, además, muy poco se ha podido hacer para eliminar la gran cantidad de viviendas con pisos de tierra que hay en la provincia. No hace mucho trascendía que alrededor de 50.000 familias granmenses vivían en casas con pisos de tierra.
Por otra parte, a 10 meses del paso del huracán Ian por la provincia de Pinar del Río, únicamente se ha reparado el 32 por ciento de los 90.394 inmuebles que afectó el meteoro.
En este punto de la reunión, el ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, se apresuró a declarar que su organismo había enviado a ese occidental territorio un total de 10.410 toneladas de cemento, con las cuales, según él, se hubiese podido reparar la mitad de las afectaciones. A lo anterior hay que agregar criterios que afloraron acerca de problemas de dirección y escaso control de recursos que habrían ralentizado la recuperación en la provincia pinareña.
Evidentemente, hay pataleo en el seno de la nomenclatura castrista para evadir la responsabilidad por tan negligente actuación. El señor Villafaña le habría “echado el muerto para arriba” a las autoridades de la provincia.
El señor Marrero Cruz, en una de sus intervenciones en el encuentro, instó a “revisar los sistemas de trabajo, pues no basta recorrer los municipios, si al final nos concentramos en reuniones, y no buscamos mecanismos para impulsar las tareas”.
Aunque el primer ministro no mencionó las cosas por su nombre, está claro que ha habido una alta dosis de burocracia en la distribución de los materiales de la construcción a las personas afectadas. Y también no se descarta un importante desvío de recursos hacia otros fines. Recursos que podrían incluir, además de los citados materiales de la construcción, ciertas sumas de dinero.
Aquí podríamos hacerle, entre otras, la siguiente pregunta al alto funcionario castrista: ¿Qué se han hecho las varias donaciones, tanto en recursos materiales como monetarios, que gobiernos extranjeros y algunas dependencias de las Naciones Unidas le han ofrecido a Cuba con el objetivo de paliar los daños ocasionados por las intensas lluvias y el azote del huracán Ian?
Mas, mientras que infinidad de familias damnificadas esperan pacientemente por que aparezcan los recursos con que acometer la reparación de sus viviendas, en Santiago de Cuba el Gobierno lleva adelante un grupo de obras en el contexto de la celebración el 26 de julio del 70 aniversario del asalto al cuartel Moncada.
Una vez más se demuestra cuál es la verdadera prioridad de los gobernantes cubanos. El elemento político-ideológico se antepone a las necesidades de la población.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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