MIAMI, Florida, 10 de diciembre de 2012, Redacción, 173.203.82.38.- En el mismo momento que en el mundo se celebra el Día Internacional por los Derechos Humanos, el escritor cubano Ángel Santiesteban espera que la policía secreta, la policía política, lo vaya a buscar para encarcelarlo. Le han impuesto cinco años de cárcel por delitos que, según el propio artista, no cometió.
Allanamiento de morada, violación, cosas así se le imputaron –y otras mucho más fuertes como el atropello a un niño- con tal de separarlo de la vida cotidiana, en la que es un activo contestatario al régimen de La Habana. A todas luces se trata de una “cacería de brujas” como la de Estados Unidos en tiempos de McCarthy, pero al revés: ésta resguarda al comunismo, en un país donde disentir a través de un blog, ser internauta simplemente y expresar opiniones contrarias al Estado es casi una locura.
Un blogger cubano desde el exilio, Jorge Luis García Fuentes (Rodrigo Kuang es su seudónimo), actor y director teatral, escritor y humorista, entre otros oficios de las tablas y las letras, rápidamente ha organizado una campaña internacional para que el mundo sepa cómo pueden desgraciarle la vida a un artista que resulta incómodo a la dictadura. Como decíamos: simplemente, se monta un escenario y una puesta en escena como si de una obra de ficción se tratara.
El drama del escritor (Premio Casa de las Américas de Cuento 2006 por su libro Dichosos los que lloran) cobra fuerza toda vez que sus colegas profesionales no pueden o no quieren tomar cartas en el asunto. Ni su mentor, Eduardo Heras León, está abiertamente con él. Heras León, incluso, fue perseguido por escribir con demasiado realismo cosas “indebidas”, en su libro titulado Acero, que data de los primeros años de la dictadura cubana.
Ángel Santiesteban enfrenta un proceso kafkiano, del cual no se puede defender legalmente.
Así las cosas, en Cuba, no queda más remedio que enajenarse del problema central –enajenarse de la verticalidad del propio “proceso revolucionario”-o exiliarse.
Jorge Luis García Fuentes, desde el exilio, responde a las preguntas de Cubanet:
¿Cómo recuerdas a Santiesteban, lo conoces personalmente?
Alguna vez me presentaron a Ángel Santiesteban en los jardines de la UNEAC, pero no fue hasta después de la era con internet, fuera de Cuba, que lo contacté más personalmente, a través de un amigo común, Camilo Venegas. Me sentí muy identificado con él por varias razones, además de las literarias. Coincidieron mi aprecio por la masonería (Ángel es Gran Decano de la Meritísima y Centenaria Asociación de Veteranos Masones), el interés de tener una Cuba plural y también que ambos fuimos “cranqueados” por Camilo para abrir un blog y contar cosas.
¿Fue tuya la idea del cartel, el montaje gráfico que vincula la mítica novela de Kafka (El Proceso) con el escritor cubano?
El cartel al que te refieres fue sólo una ilustración hecha muy apresuradamente para un post de mi blog Habana Memorias, en agosto del 2011, cuando recién empezaba esta pesadilla.
¿Por qué crees que urge una campaña a favor de Ángel Santiesteban?
Las campañas en las redes sociales (o en los medios de prensa a nuestro alcance) son el único medio que por el momento tenemos en las manos para ayudar a nuestros hermanos de adentro. Desde que existe internet ya no es tan sencillo pasarle gato por liebre a la opinión pública internacional. No podemos hacer mucho para alertar a los de adentro, pero al menos podemos desperdigar nuestra denuncia por el mundo, y esto nos da la posibilidad de que las autoridades se vean apabulladas y revisen sus chapucerías. Ha funcionado otras veces.
¿Recuerdas a otro escritor con obra publicada dentro de la isla que haya denunciado abiertamente a la dictadura?
Así tan frontalmente como Ángel no me viene a la mente ninguno, al menos no de la talla literaria suya. Hubo rebeldía manifiesta, como lo fue el caso de Ena Lucía Portela, pero la mayoría de los escritores prefiere no convertirse en activista. Se van y disienten desde afuera, que es menos peligroso como ya sabemos. El caso de Ángel Santiesteban sigue siendo emblemático y único.
¿Encontrará Santiesteban apoyo de sus colegas, miembros de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), institución a la que él perteneció?
La UNEAC es una entidad que, de una manera u otra, pertenece al estado cubano, como todo en la isla. No es posible solidarizarse desde ahí con él. Su propio mentor, Eduardo Heras León (personal y afectivamente muy ligado a Ángel), tuvo que darle la espalda en un momento determinado. Quizás algunos se manifiesten por correspondencia personal (quizás, y ojalá, salga otra de esas guerritas de “emilios” que a veces refrescan un poco el pensamiento en la intranet cubana), pero no creo que alguno se atreva a ventilar su solidaridad en alguna reunión oficial.
Como exiliado, escritor y activista contra la dictadura castrista que eres, cómo se supone que termine nuestra tragedia nacional?
Una vez dijo Anglada en una final entre Industriales y Villa Clara: “Esto se acaba cuando se acaba”. Se podrán hacer mil análisis políticos sobre el destino cubano, pero hoy en día convergen muchas variables que pueden hacer cambiar la realidad en pocos meses (la mala salud de Chávez, por ejemplo), o extenderla indefinidamente, mientras la gente aguante y mientras buena parte del mundo siga creyendo en los cantos de sirena (ya casi cantos de cisne) del gobierno cubano.
Por lo pronto, estas pequeñas batallas por los derechos de ciudadanos cubanos pudieran ser escalones a mejores tiempos en los que consigamos un poco más de conciencia cívica y respeto hacia la dignidad plena del hombre.