MIAMI, Estados Unidos. — El fisioterapeuta santiaguero Wilmer Sánchez Mojena es uno de los centenares de manifestantes del 11 de julio de 2021 (11J) que cumplen condena por haber exigido libertad durante aquella jornada de protestas antigubernamentales.
Con varias misiones internacionalistas (en Pakistán y Venezuela), Sánchez Mojena llevaba años desvinculado de su profesión debido a las malas condiciones de trabajo en que laboraba. Previo a los sucesos del 11J, trabajaba como cuentapropista.
“El 11 de julio él decide unirse a las protestas. Lo único que hizo fue decir la verdad: que había hambre en Cuba y que no había libertad. Es por eso que está pasando lo que está pasando”, dijo a CubaNet Arelis Mojena Mustelier, madre del preso político.
La mujer indicó que Wilmer Sánchez Mojena —acusado por el delito de instigación a delinquir— “primero estuvo en (la cárcel de) Boniato” y que “ahora está en un centro de trabajo con internamiento”.
Namibia Mayeta Romero, esposa de Sánchez Mojena, señaló que la condena contra el recluso no fue justa.
“No valoraron que fue un profesional de la salud que dio por Cuba, que hizo por Cuba, que salió de misión a Pakistán y a Venezuela. Nunca tuvo un problema; nunca se enfrentó al juicio; no era un delincuente”, indicó Mayeta a este diario.
En principio, Wilmer Sánchez Mojena recibió una medida cautelar de prisión provisional y todavía tres años después todavía se encuentra en prisión.
La madre del preso político aseguró que su confinamiento le obligó a retirarse y pedir atención de un psiquiatra.