MIAMI, Estados Unidos. — El 15 de julio de 1963 quedó constituida la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), una organización que desde hace seis décadas agrupa al gremio periodístico controlado por el régimen cubano.
La UPEC fue el resultado de la fusión del Colegio Nacional de Periodistas, la Asociación de Reporteros de La Habana, la Asociación de la Prensa de Cuba y otras organizaciones y otras asociaciones periodísticas que reunían a reporteros, corresponsales, correctores de pruebas, fotógrafos, camarógrafos, dibujantes y humoristas.
Aunque surgió como una organización no gubernamental, la UPEC no demoró en convertirse en un instrumento de la propaganda castrocomunista, y así se mantiene en la actualidad.
Figuran entre los objetivos de la UPEC “contribuir a la formación de los periodistas en las mejores tradiciones del pensamiento político cubano, y en los elevados principios patrióticos, éticos y democráticos que inspiran a la sociedad cubana”. Se trata, en todos los casos, de bases fundacionales muy alejadas de la realidad, porque si en algo ha destacado la UPEC es en promover la censura al interior del gremio periodístico.
Destacan en el recién elegido Comité Nacional de la UPEC nombres de consumados voceros del régimen cubano, como Lázaro Manuel Alonso y Leticia Martínez Hernández, así como de funcionarios con amplio recorrido en los mecanismos de propaganda estatal, como Jorge Legañoa Alonso.
Del rol sumiso que cumple la UPEC dentro del entramado propagandístico cubano dan fe las recientes palabras de su presidente, Ricardo Ronquillo Bello, durante el acto por el 60 aniversario de la organización.
“Para deshacernos de cualquier lastre contamos ahora con la Política de Comunicación del Estado y del Gobierno, con la comunicación entre los ejes estratégicos de la gestión gubernamental, con la Ley de Comunicación Social y el impulso a un experimento para cambiar los modelos de gestión editorial, económica y tecnológica de nuestros medios”.