MADRID, España.- La actual temporada ciclónica en el Atlántico, que recién comenzó este 1.º de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre, se espera que sea menos activa que en años anteriores por la influencia del fenómeno El Niño.
Los expertos han pronosticado entre 12 a 17 tormentas con nombre y entre cinco y nueve huracanes. De estos últimos, entre uno y cuatro podrían ser de gran intensidad, o sea, podrían alcanzar las categorías 3, 4 o 5.
Los nombres de los ciclones tropicales elegidos para esta temporada son: Arlene, Bret, Cindy, Don, Emily, Franklin, Gert, Harold, Idalia, José, Katia, Lee, Margot, Nigel, Ophelia, Philippe, Rina, Sean, Tammy, Vince y Whitney.
Peligrosidad de estos fenómenos atmosféricos
La unión de las grandes marejadas costeras, junto con las fuertes lluvias torrenciales y los ciclones, confluyen de una manera peligrosa y altamente destructiva en las zonas costeras, pero también en el interior de Cuba. Los daños provocados por los vientos y las lluvias aparejados a los ciclones pueden provocar inundaciones, caída de árboles, caída del tendido eléctrico; así como desprender techos y derrumbar casas que no estén en buen estado.
Recomendaciones ante ciclones o huracanes
Debido a los estragos que causan estos fenómenos en Cuba, entre otras causas, por las condiciones en que se encuentran las viviendas de gran parte de la población, recordamos medidas seguridad y prevención en las que insisten los especialistas.
Durante las primeras fases, la de alerta ciclónica y la informativa, se sebe estar atento a las indicaciones de las autoridades y de los servicios meteorológico, hidrológico y epidemiológico.
Se deben proteger las ventanas y puertas con tablones de madera y los techos de cubierta ligera con sacos con arena, tierra, o alambre. Así como desinstalar y proteger antenas de televisión, paneles solares u otros que pueden ser afectados por la intensidad de los vientos.
Además, mover al interior del inmueble los objetos que se encuentren en patios o exteriores. Los artículos que no se pueden mover al interior deben estar amarrados o asegurados.
Se debe también talar los árboles con troncos podridos, recortar las ramas y arbustos en los alrededores del hogar.
Las familias en zonas o viviendas desprotegidas deben estar preparadas para la evacuación.
En la posterior fase de alarma se realiza generalmente la evacuación. En la cuarta y última fase, la recuperativa, se deberían rehabilitar, con ayuda del Gobierno, las zonas afectadas.