La presa política cubana Lizandra Góngora enfrenta una situación desesperante sin la atención médica adecuada en la cárcel Los Colonos, en la Isla de la Juventud. A principios de marzo, Góngora fue hospitalizada de urgencia tras el descubrimiento de un fibroma, y desde entonces espera en vano por la operación necesaria.
Su esposo, Ángel Delgado, compartió con Martí Noticias la situación que atraviesa Lizandra. “Ella puede tener algo malo y no le han hecho exámenes, no le han hecho nada. Le hicieron unos análisis para ver si podían operarla pero hay una cola de 1.300 personas”, lamentó Delgado.
Según Delgado, la condición de Lizandra ha empeorado, y su salud se deteriora mientras espera atención médica. “No puede hacer fuerza”, reveló, añadiendo que su esposa se ve obligada a pagar a otras reclusas para que la ayuden con tareas básicas como lavar la ropa o llevar agua. “Tiene que pagar para que le laven, para que le lleven el cubo de agua para el baño, tiene que pagar para todo con cigarros”, precisó.
La atención médica que ha recibido Lizandra no cumple con los estándares mínimos de calidad, denuncia el hombre. La doctora asignada a su caso es de formación militar y “la trata ‘malísimamente’ mal, y Lizandra no quiere atenderse con ella”.
Luego de que en marzo pasado Lizandra Góngora fuera diagnosticada con un fibroma uterino de cinco centímetros, varios activistas enviaron una carta conjunta a la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjara Spoljaric, instándola a intervenir ante el deterioro de la salud de la presa política.
El profesor jubilado Moisés Leonardo Rodríguez, promotor de la organización Corriente Martiana, explicó en ese momento la urgencia de la situación. “El propósito es ver si la Cruz Roja Internacional y su sección América toman cartas en el asunto de Lizandra, puesto que se trata de una urgencia médica que no está siendo debidamente atendida, según establecen las normas internacionales, en particular las reglas mínimas de atención a reclusas de Naciones Unidas, de la cual esta dictadura es miembro de su Consejo de Derechos Humanos”, expresó Rodríguez.
Lizandra Góngora, de 37 años y madre de cinco menores de edad, fue sentenciada a 14 años de cárcel por su participación en las manifestaciones del 11 de julio de 2021 (11J) en Güira de Melena. Al condenarla el régimen la acusó de haber atacado una tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC), aunque las imágenes solo la muestran en las afueras del centro.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.