MADRID, España.- Las autoridades carcelarias cubanas han aumentado la represión contra la presa política Lizandra Góngora, quien cumple una condena de 14 años de privación de libertad por su participación en las históricas protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en Güira de Melena.
Recluida en la cárcel de mujeres de máximo rigor Los Colonos, en la Isla de la Juventud, le han restringido las llamadas telefónicas a cada tres días y por solo 15 minutos; además tienen que ser en presencia de la capitana Odalis, jefa de la prisión, denunció esta semana su esposo, Ángel Delgado, en conversación con Radio Televisión Martí.
“Cuando yo estoy llamando y hablando con Lizandra, cada un minuto y pico se cae la llamada, para que no le dé tiempo a hacer las denuncias que ella hace por teléfono”, denuncias sobre las violaciones de sus derechos, dijo Delgado.
Góngora, de 36 años y madre de cinco menores de edad, “hace rato que no habla con sus hijos y hace casi dos meses que no ve a sus hijos”, dijo Ángel Delgado; y recordó que “los niños están en una edad de desarrollo en la que necesitan a su madre”.
La represión contra la presa política también se manifiesta a través de la limitación y confiscación de los alimentos que le lleva la familia y la falta de atención médica especializada de un psiquiatra.
Vale recordar que, debido al acoso en prisión, en junio pasado Lizandra Góngora padeció una crisis nerviosa.
“Volvió a salirle la erupción que le sale en la piel del estrés que tiene. Me estaba diciendo que se iba a plantar y todo. Lo que tienen con ella es lo último, el abuso más grande que tienen con Lizandra. Respecto a Lizandra lo violan todo, es la única mujer con 14 años de privación de libertad en Cuba. Ese seguimiento que tiene con Lizandra la Seguridad del Estado y el jefe de prisiones de la isla, visitándola, tratándola de controlar. Es difícil vivir aquí afuera, dime tú 14 años preso, con el seguimiento ese que le tienen arriba a Lizandra”, declaró Delgado.
Al condenarla a 14 años de cárcel, el régimen la acusó de haber atacado una tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC), aunque las imágenes solo la muestran en las afueras del centro. Lo que sí hizo Góngora fue salir a pedir el cese de la dictadura en Cuba, como había hecho periódicamente en sus directas antes de lanzarse a la calle.
Desde que Lizandra fue detenida por el 11J, la activista se ha mantenido denunciando todo lo que ocurre en prisión.
En abril pasado fue traslada de la Prisión de Mujeres de Occidente, en El Guatao, a Los Colonos, en la Isla de la Juventud, donde a la familia le es más difícil acceder, pues según ha explicado su esposo, “no hay pasaje, un barquito sale una vez al día y lo que lleva son 200 y pico de personas”.