MIAMI, Estados Unidos.- El médico cubano Agustín Castellanos, profesor de Medicina y creador junto a varios científicos del marcapasos moderno, falleció este mes en Miami a sus 89 años.
“Hijo único de una eminencia internacional en enfermedades coronarias infantiles que fue dos veces nominado para el Premio Nobel, logró establecer su propio prestigio en el terreno de las investigaciones cardiovasculares”, reconoce El Nuevo Herald.
Parte del plantel de la Universidad de Miami (UM), en sus casi 60 años de carrera, el doctor Castellanos, junto a otros profesionales, creó distintos marcapasos que se utilizan en la actualidad.
Los estudios realizados junto a un equipo de expertos logró descifrar cómo atender las arritmias que pueden causar ataques cardíacos.
Retirado en el 2011, había obtenido una serie de prestigiosos honores de diversas instituciones, entre ellas la Universidad de Miami, la Asociación Médica Americana y la Asociación Médica Cubana en el Exilio.
“El doctor Castellanos contribuyó de forma inconmensurable al campo de la electrocardiografía y la electrofisiología clínica, y será recordado tanto en EEUU como en otros países por todas sus contribuciones. Era un formidable intelectual que estimulaba a sus colegas y estudiantes para que pensaran de forma creativa”, dijo Robert Myerburg, profesor de Medicina y Fisiología de la Escuela de Medicina Miller de la UM.
El padre de Agustín Castellanos creó, a finales de los años 30, el angiocardiograma que se usa hoy día para detectar padecimientos cardíacos. La familia heredó esa pasión por la medicina.
Castellanos se graduó de la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana en 1953. Allí comenzó sus investigaciones hasta que en 1960 emigró a EE.UU.
“No he conocido un mejor maestro”, dijo Myerburg. “Todos sus alumnos durante sus años en la facultad se beneficiaron enormemente de sus conocimientos y habilidades”.
Siguiendo los pasos del doctor Castellanos se encuentran sus hijos Agustín M. Castellanos, neurólogo de Palm Beach Gardens, y Daniel Castellanos, que trabaja como psiquiatra en Miami. Su nieto, Daniel Castellanos, es cardiólogo pediatra en Houston, Texas, mientras su nieta, Natalie Castellanos, es abogada y profesora asistente en la Escuela de Medicina de Herbert Wertheim, de la Universidad Internacional de la Florida (FIU).
“No seguí su vocación, pero continué con el destino familiar”, expresó. “Estoy en el mundo de la enseñanza y del cuidado de la salud. Otros primos son educadores. Sin darnos cuenta, toda la familia quedó marcada por la influencia de su personalidad”.
Castellanos, dijo Natalie, no entusiasmó a su familia a que siguiera sus pasos en el campo de la medicina. “Sus contribuciones fueron tan importantes como las que logró su padre, pero nunca se jactó de ello”.