MADRID, España.- Aunque suele llamársele Monumento al tabaquero, o a los tabaqueros, está dedicado “A los vegueros iniciadores de las revoluciones cubanas ─1717─ y a los tabaqueros colaboradores en la forja de la nación”. Así tiene estampada la obra en su parte frontal.
Y es que las sublevaciones de los vegueros en el siglo XVIII constituyeron la primera muestra de rebeldía contra la opresión económica colonial y los trabajadores del tabaco en la emigración contribuyeron en mucho con su aporte a la preparación de la Guerra de 1895.
El monumento se levanta en la confluencia de la Doble vía y la calle 2, a la entrada del pueblo capitalino de Santiago de las Vegas, que siglos atrás fue habitado por vegueros y tabaqueros, cuya labor influyó en el florecimiento de la comarca y en sus tradiciones; como lo hicieron los que se asentaron en otras regiones del país en las zonas donde permanecieron.
Obra de Domingo Ravenet, destacado pintor, grabador, ilustrador y promotor cultural integrante de la primera vanguardia artística cubana, semeja la flor de la planta del tabaco sostenida por un bloque de mármol donde en bajorrelieves se representa la lucha de los tabaqueros cubanos en la emigración e incluye la imagen de José Martí.
Fue el primer monumento que se les consagró en Cuba y quedó inaugurado el 19 de enero de 1958. La idea surgió de uno de los miembros del Club Rotario de Santiago de las Vegas, organización que agrupaba a prominentes figuras del comercio y la industria, fundada en 1935, y la cual proponía creaciones de beneficio colectivo.
La obra sigue dando la bienvenida a la entrada de la población. Sin embargo, resulta lamentable que el césped que la rodea suela estar rodeado de los abundantes desperdicios que arrojan los usuarios de la cafetería ubicada justo detrás del monumento.