MADRID, España.- En el año 1896 el magnate ferroviario Henry Flagler decidió extender la conexión de su ferrocarril hasta la costa este de Miami, que hasta ese momento solo llegaba a Palm Beach, al norte de la ciudad, desde Nueva York.
Vale destacar que a esta ampliación contribuyó la insistencia de la empresaria Julia Tuttle, apodada la “Madre de Miami”.
Tras extenderse el ferrocarril, la ciudad, que hasta el momento contaba con una pequeña comunidad y estaba alejada de su actual esplendor, entró en un auge inmediato.
En ese entonces Henry Flagler pidió a Ethan V. Blackman, periodista en Daytona, en el centro de Florida, que escribiera un artículo sobre la nueva ciudad para The Home Seeker, una revista que promovía sus propiedades.
En su texto Blackman se refirió a Miami como la ciudad mágica, sobrenombre que trasciende hasta la actualidad.
La carta en la que Flagler encargaba el artículo iba acompañada de un plano de Miami.
“Lo que me inspiró a llamar a Miami la Ciudad Mágica fue el entusiasmo de Mr. Flagler más un plano de la ciudad. Vea usted, cuando escribí esa frase yo ni tan siquiera había visto Miami”, explicó Blackman años más tarde en una entrevista con el Miami Daily News.
“Al revisar el material, me entusiasmé tanto con las posibilidades de la ciudad que bordeaba la corriente del Golfo y se enfrentaba a las amplias aguas de la bahía de Biscayne, que me referí a ella como ‘la Ciudad Mágica’”, dijo también.
Tras la publicación del artículo en The Home Seeker, Henry Flagler nombró a Ethan V. Blackman editor de la revista, puesto en el que se mantuvo durante años.
Actualmente en guías de viaje, slogans publicitarios y discursos, es común encontrar la referencia a Miami como “la Ciudad Mágica”.