LA HABANA, Cuba, 26 de marzo (Laritza Diversent, 173.203.82.38 ) -El pasado 23 de marzo, dos oficiales del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) y de la contrainteligencia milita,r respectivamente, amenazaron a las madres de Jesús Daniel Forcade Portillo y Ramón Echevarría Fernández, sancionados a 35 años de privación de libertad por asesinato, con empeorar el caso de sus hijos a causa de carteles que aparecieron en Mantilla,en el municipio capitalino de Arroyo Naranjo.
“El pasado 20 de marzo aparecieron varios carteles en Mantilla denunciando la injusticia cometida contra nuestros hijos”, argumenta Adelaida Portillo Heredia, madre Jesús Daniel. “Los oficiales querían saber quién había puesto los papeles y nosotros no sabemos nada sobre eso” agregó. El clima de tensión en las calles aumentó con motivo de la llegada del papa Benedicto XVI a Cuba
Portillo Heredia asegura además que los oficiales la amenazaron con obstruir la justicia en el caso de su hijo. “Me dijeron que estaba empeorando la cosa y que si continuaban apareciendo carteles, que aunque yo me dirigiera a la policía o la fiscalía no iba a poder resolver nada, ni siquiera con el mismo abogado”, refiriéndose a las posibilidades de interponer un recurso de casación contra la sentencia condenatoria que dictó el Tribunal de La Habana el pasado 3 de marzo. También informó que a Aida Echevarría Fernández, madre de Ramón, la amenazaron con impedir su salida del país y el regreso de uno de sus hijos residentes en Estados Unidos.
Los oficiales le aseguraron a la madre de Jesús Daniel que los carteles estaban por toda la ciudad y le mostraron uno. Según Adelaida en las papeletas se acusaba a Esther Fernández Almeida, de 60 años, viuda del joyero Humberto Gonzales Otaño, como responsable de su muerte y de haber pagado a policías, fiscales y jueces para que no la incriminaran. En el cartel también preguntaban por qué los familiares de los cinco espías cubanos presos en Estados Unidos pedían justicia en todo el mundo y ellas no podían y que, como nadie los escuchaba, le pedirían ayuda al Papa.
Portillo Heredia afirmó además que enviaron más de una docena de escritos de quejas a diferentes autoridades porque la señora Fernández Almeida salió del país durante las investigaciones y asegura que está nuevamente en el exterior. La esposa del joyero dio su declaración como único testigo presencial del asesinato y víctima sobreviviente en el juicio, pero el tribunal no le preguntó sobre su viaje al extranjero, a pesar de las continuas quejas de los familiares de los acusados.
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