LA HABANA, Cuba. – Dairene Camejo Contreras, la madre cubana que se plantó con dos carteles junto a su hijo la pasada semana frente a la Terminal de Ómnibus para denunciar sus problemas de vivienda, resultó desalojada este fin de semana, tras haberse introducido en un local estatal que presuntamente estaba en desuso.
“Tuve que colarme aquí, porque a raíz de mi protesta, intentaron hasta matarme en el albergue, me tiraron gasolina por la puerta y he recibido varias amenazas. La Seguridad del Estado manipuló a las personas que viven allí y las puso en mi contra utilizando mentiras”, aseguró Dairene a CubaNet.
Según explica, desde el viernes en la noche tuvo que salir de su casa y dormir en la calle con su pequeño hijo por miedo a que les fueran a hacer algún daño.
“Con el agua que estaba cayendo tuvimos que dormir en un lugar no muy agradable, hasta que al amanecer del sábado nos colamos en el local, de donde nos sacaron a la fuerza la policía y la gente del gobierno”, precisó.
El local, ubicado en la calle Omoa, entre San Joaquín y Romay, municipio del Cerro, presuntamente se encontraba en desuso, atendiendo, según Dairene, a que siempre que pasaba por la zona lo veía cerrado.
“Siempre que yo pasaba por aquí esto estaba cerrado, por eso decidí romper el candado y colarme”, reveló la mujer.
Sin embargo, según una funcionaria que se identificó como Mirian, quien dijo ser la encargada del local, indicó que el mismo es utilizado por dos grupos de Alcohólicos Anónimos y por otro grupo de Narcóticos, a quienes se les brinda allí terapia de grupo.
“Generalmente, esta terapia es por la tarde noche, por eso es que de día está cerrado, pero no es que esté en desuso porque este local sí se utiliza. Pero, además, hay muchos medios básicos aquí que eran de cuando esto era un Joven Club. Incluso, en la parte de arriba hay hasta computadoras”, especificó la funcionaria.
Sobre el desalojo, Dairene explicó que al negarse a abandonar el local, la policía la desalojó a la fuerza, esto le provocó un ataque de epilepsia que obligó a trasladarla de urgencia al hospital.
“En el mismo patrullero me llevaron para el médico, me dejaron allí y se fueron. Pero antes de irse, le dijeron a mi hermana que iban a hablar con la jefa de albergue sobre mi situación”, dijo.
“Cuando me recuperé regresé al local y me habían sacado todas mis cosas para afuera, pero allí me quedé hasta que la supuesta jefa del local me llevó para otro lugar cerca de allí donde tienen a otros albergados. Ahora estoy esperando para ver qué pasa, porque yo no vuelvo para el albergue aquel”, aseguró Dairene.