LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org – A Guillermo García Frías, uno de los comandantes de la revolución (históricos también los llaman) que aun quedan vivos, la Universidad Central “Martha Abreu”, de Las Villas, lo nombró el pasado 15 de octubre, profesor invitado.
El título conferido al comandante sería para preocuparse, si no fuera porque aclararon que se le confirió por su vinculación a la universidad en investigaciones y planes agropecuarios, tales como la industrialización de la yuca, y va y hasta del quimbombó que resbala…
Menos mal que no fue para que imparta conferencias de Zoología cuando lo inviten, porque el comandante García, con su manía de introducir inconsultamente animales exóticos en Cuba, ha provocado verdaderos desastres ecológicos. Por solo citar unos casos, recordemos la proliferación de la voraz claria, que casi ha exterminado la fauna lacustre insular; los monos verdes, que lo mismo devoran los huevos de las tortugas que desovan en las arenas de los cayos del centro-norte del país que deambulan prófugos por los matorrales y lo que es peor, los huertos del municipio capitalino Boyeros; o los búfalos asiáticos, que en los arrozales de por acá no se comportan ni remotamente con la mansedumbre que en la tierra de los anamitas.
Si se acuerda de eso -que bastante tiempo ha pasado-, también pudiese el comandante García impartir clases de guerra manigüera, amén de adiestramiento de bueyes para arar, administración de fábricas de helados, centros de recría y de vallas de gallos de pelea y de cómo combatir a los matarifes de reses y caballos de raza, especialmente si son de su feudo.
Pensándolo bien, al menos el comandante Guillermo García tiene de qué dar clases. Peor es el caso del presidente boliviano Evo Morales, que por estos mismos días anda por Argentina, a donde fue a recoger un doctorado Honoris Causa por la defensa de los derechos humanos que le dieron dos universidades. Ya de paso, en la Universidad de La Plata, dio una conferencia magistral.
No fue sobre el Tahuantinsuyo, la Pachamama, las virtudes medicinales de la hoja de coca o aquella perla suya de la homosexualidad inducida por comer mucho pollo, sino sobre los medios masivos de comunicación. Lo hizo en calidad de profesor invitado de la Facultad de Periodismo de esa universidad. ¡Apaga y vámonos!
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