MIAMI, Estados Unidos.- Una reunión para debatir sobre la situación actual en Cuba tuvo lugar ayer en La Habana entre opositores y el senador estadounidense Bob Corker.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado conversó en la residencia del jefe de misión, Jeffrey DeLaurentis, durante un período de dos horas con Martha Beatriz Roque Cabello, Laritza Diversent, Oscar Elías Biscet, Dagoberto Valdés, Manuel Cuesta Morúa y Elsa Morejón.
Corker “quería que lo ayudáramos a entender mejor lo que está pasando en Cuba”, afirmó Laritza Diversent, directora del Centro de Información Legal Cubalex, en conversación telefónica con CubaNet.
“Nos comentó que era su primer viaje a la Isla y que se había podido reunir con profesores universitarios, también con miembros de la Asamblea Nacional y funcionarios del Gobierno (…) Por mi parte, hice énfasis en la fuerte represión que estamos sufriendo los miembros de la Sociedad Civil independiente. Un ejemplo claro es la persecución y hostigamiento a los miembros de Cubalex en las últimas semanas”, agregó.
El pasado 15 de octubre, el secretario Adjunto de Estado para la Democracia, Derechos Humanos y Trabajo en Estados Unidos, Tom Malinowski, también se reunió en la capital cubana con varios miembros de la oposición y parte de la prensa independiente. En aquel encuentro se trató el tema de los derechos humanos en la Isla.
Martha Beatriz Roque, sobre estas últimas reuniones entre importantes figuras de la política estadounidense y opositores cubanos, ha opinado: “Lo importante es el hecho de que nos recibiera él, así como lo hizo Malinowski. Esto implica que hay algún giro en la política (de EEUU) con respecto a los opositores, porque antes venía mucha gente y no se reunía con nosotros.”
Tras el encuentro a mediados del mes pasado, Malinowski expresó que la situación en materia de derechos humanos en Cuba sigue siendo “bastante pobre” y puso como ejemplo el aumento de las detenciones arbitrarias de corta duración en el último año.
“No me sorprende particularmente, dudo que alguien esperara que el anuncio del deshielo pudiera en sí mismo conducir a algún cambio fundamental” en Cuba, señaló el alto funcionario de EE.UU.