LA HABANA, Cuba.- El caso de las hermanas Angélica y María Cristina Garrido es de los que mejor reflejan la crueldad del régimen cubano. Ambas mujeres fueron arrestadas por haber participado en el estallido social del 11 de julio de 2021 (11J), y condenadas a tres y siete años de privación de libertad respectivamente, por los supuestos delitos de atentado, desorden público y desobediencia.
Durante los dieciocho meses que llevan recluidas, María Cristina recibió una brutal golpiza por parte de los esbirros castristas. Angélica sufrió un accidente cerebrovascular que le ocasionó una parálisis transitoria en la mitad de su cuerpo; ha soportado largos confinamientos en celdas de castigo, donde estuvo expuesta a infestación por piojos y escabiosis. Las dos se unieron en huelga de hambre y luego decidieron mantenerse “plantadas” en rechazo a vestir la indumentaria de las presas comunes y consumir los alimentos que les dan en prisión. Se les ha negado la visita de sus familiares, han sufrido amenazas, tratos degradantes, y el ensañamiento de la dictadura ha penetrado hasta el seno mismo de su hogar.
En diciembre pasado, poco tiempo después de haber fallecido su padre, las hermanas perdieron a su mamá, quien murió reclamando la libertad de sus hijas. La crueldad con que le dieron la noticia a Angélica retumbará para siempre en su memoria: “Levántate y vístete que tu madre se murió”, le dijo una de sus carceleras según el post publicado por Luis Rodríguez Pérez, esposo de Angélica, quien periódicamente publica actualizaciones sobre el calvario de las hermanas en prisión.
Acerca de la más reciente visita al penal, durante la cual ambas pudieron ver y abrazar a sus hijos, Rodríguez Pérez enfatizó que la brutalidad de la dictadura al encerrar a Angélica y María Cristina, había matado de tristeza a sus padres.
“Quedaron huérfanas. Hoy son sus hijos quienes les llevan el pan a sus rejas”, asegura, y reconoce también el coraje, la madurez y la solidaridad de los muchachos cuando dicen a sus madres que mucha gente en Cuba las admira y las quiere.
Angélica y María Cristina Garrido son parte de las aproximadamente 122 mujeres que permanecen encarceladas por motivos políticos, muchas a raíz de las protestas multitudinarias del 11J.
