MIAMI, Estados Unidos.- El hambre en Venezuela lleva a sus ciudadanos a soluciones desesperadas. Si bien con el objetivo de ganar un poco de dinero, o de alimentar por un tiempo a sus familias, en la escuela veterinaria más importante de ese país suramericano asesinaron y desmembraron a una yegua y se llevaron su carne.
Así lo contó Rafael Toro, un estudiante de la escuela en la ciudad de Maracay, en el centro de Venezuela. La yegua alazana de ojos brillantes, llamada Miss Congeniality, se había ganado su apodo por ayudar a estudiantes discapacitados a superar su miedo a montar a caballo, y dicen que era inteligente e incluso trotaba cuando la llamaban por su nombre, de acuerdo a un reporte de la agencia de noticias AP.
“Yo reventé a llorar”, señaló Toro, quien dio la macabra noticia a los otros estudiantes. “Todos vinimos para acá, todos lloramos”.
De acuerdo a la nota, este asesinato no es un incidente aislado en el país, pues ante el colapso económico y la desorbitada inflación en la que en su día fuera una próspera nación petrolera, los residentes tienen problemas para comprar los escasos alimentos disponibles y la delincuencia motivada por el hambre y la desesperación va en aumento.
Los ganaderos de todo el país se quejan de que sus rebaños están enfrentando la misma suerte. Reportes en medios locales, ilustrados con grotescas imágenes de los animales descuartizados, señalaron que pequeños grupos de hombres fueron sorprendidos contrabandeando con carne de caballo robada, dice el artículo.
Así mismo, los profesores del campus de la Universidad Central de Venezuela en Maracay se quejan de que los ladrones se llevaron los aparatos de aire acondicionado y los cables eléctricos, obligándolos a dar clases en aulas a oscuras y con el sudor corriéndoles por la espalda.
Los bandidos parecen haber centrado su atención ahora en el sacrificio de caballos y otros animales. De acuerdo al reportaje, la carne de un caballo adulto podría alcanzar los 1.400 dólares en el mercado, en base a la equivalencia de precios de la carne de vacuno venezolana, lo que lo convierte en un negocio lucrativo en un país donde el salario mínimo mensual de un trabajador está por debajo de los 10 dólares, según la tasa utilizada en el mercado negro.
Meses antes de la desaparición de Miss Congeniality, los ladrones mataron a dos caballos que habían sido donados a la universidad y estaban en cuarentena en un pasto cercano, explicó Toro. Desde finales de 2016, siete vacas, incluyendo un valioso toro que era el centro del programa de reproducción del centro, fueron sacrificados por bandidos que se cuelan en el campus aprovechando la noche.
“Una pérdida como esa también es algo bastante costoso”, dijo el profesor Daniel Vargas, que supervisa el programa de ganado de la universidad.
Tradicionalmente, los venezolanos han sentido repulsa ante la idea de comer carne de caballo, lo que hace que los recientes acontecimientos sean especialmente inquietantes, señalan los maestros, que sospechan que los clientes compran el producto a sus carniceros pensando que es carne de res, sentencia la agencia.