MIAMI, Estadios Unidos.- El Gobierno cubano volvió a culpar al embargo estadounidense de la situación de la compañía estatal Cubana de Aviación. De acuerdo a una nota publicada por la agencia oficialista Prensa Latina, La Cancillería cubana dijo en Naciones Unidas que la aerolínea “atraviesa serias dificultades para comprar o arrendar aeronaves con componentes técnicos de prácticamente cualquier tecnología, debido al bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos”.
Este fue el mismo argumento que utilizó en su momento el ministro del Transporte, Adel Yzquierdo, tras el peor accidente de la compañía en 30 años, ocurrido el pasado 18 de mayo y que causó 112 muertes. El avión, que se estrelló poco después de despegar del Aeropuerto Internacional de La Habana con destino a Holguín, había sido arrendado por Cubana de Aviación a la empresa mexicana Global Air, con un largo historial de irregularidades.
Hasta el momento el régimen no ha señalado responsables por el suceso. Sin embargo, la Cancillería cubana dijo que el efecto de embargo imposibilita que la aerolínea estatal acceda a aeronaves producidas por compañías como Airbus, Dassault y Boeing. Tampoco puede “llevar a cabo el mantenimiento de los equipos en agencias especializadas de muchos países”, señaló.
Los obstáculos impuestos por Washington para las transacciones bancarias “limitan en extremo” el desempeño de Cubana de Aviación como aerolínea, añadió la Cancillería, y dijo además que la empresa estatal “no puede beneficiarse de eventuales permisos para la adquisición o el arriendo de aeronaves en Estados Unidos, así como para la compra de piezas y partes”.
El Miniesterio de Relaciones Exteriores (MINREX) declaró que las restricciones estadounidenses “impiden a la aviación civil de Cuba relacionarse comercialmente con las compañías del resto del orbe, donde se producen aeronaves, piezas y partes para el desarrollo de esa actividad”.
“Es evidente el impacto de estas medidas sobre la seguridad de los vuelos, la estabilidad de la línea aérea y sus posibilidades de supervivencia”, consideró la cancillería.
El Gobierno sigue achacando el asunto de la seguridad de los vuelos al embargo, en vez de explicar por qué no suspendió a tiempo aquellos que, al parecer, no cumplían con las medidas necesarias para proteger la vida de los pasajeros.