MIAMI, Estados Unidos.- Uno de los 22 estadounidenses que resultaron afectados por inexplicables ataques en La Habana dijo a la cadena CBS News que su gobierno no había respondido de forma correcta al problema, y que las quejas del personal diplomático fueron ignoradas tanto por los jefes de la Embajada en Cuba como altos funcionarios del Departamento de Estado en Washington por meses.
La fuente, que no estaba autorizada para hablar con periodistas, es la primera víctima en hablar públicamente sobre los ataques desde que comenzaron hace casi un año.
La víctima dijo que el Departamento de Estado presionó a algunos funcionarios de la embajada estadounidense afectados por los ataques para que permanecieran en la isla, en lugar de restringir sus tareas, y esperó demasiado tiempo para retirar personal no esencial y todas las familias de La Habana.
“¿Por qué tomó tanto tiempo sacar a los esposos y los niños (de los diplomáticos) de allí?”, se preguntó la víctima. “No sé cómo pueden justificar dejar a nadie ahí en este momento, desde una perspectiva de seguridad”.
El último ataque fue reportado el 21 de agosto, pero funcionarios del Departamento de Estado dijeron que los ataques están “en curso”.
Las preocupaciones sobre la seguridad expresadas por la víctima y otros estadounidenses no se tomaron en serio hasta que el Departamento de Estado se vio obligado a reconocer públicamente los ataques a periodistas en agosto, más de dos meses después de haber expulsado a dos funcionarios de la embajada cubana de Estados Unidos.
“Sé que estaban tratando de esconder” los ataques, dijo el individuo. “Lo que más me molesta es cuando la gente intentó desesperadamente proteger a otras personas y fueron ignoradas”.
El diplomático también criticó el tratamiento inicial a las víctimas ofrecido por médicos en la Universidad de Miami en los Estados Unidos, y también en La Habana, como superficial e incompleto. Las víctimas están siendo tratadas por neurólogos de la Universidad de Pensilvania después de quejarse de dolores de cabeza, incapacidad para recordar palabras y frases comunes, pérdida de audición, problemas de visión y otros problemas de salud.
La escuela de medicina de la Universidad de Miami se negó a hacer comentarios. El Sistema de Salud de la Universidad de Pensilvania remitió a CBS News al Departamento de Asuntos Públicos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
La víctima se quejó de escuchar sonidos muy fuertes, pero también cree que otros ataques ocurrieron silenciosamente durante la noche. Este individuo dice que más allá de los ataques dirigidos a hogares y habitaciones de hotel, un empleado de la embajada estadounidense también experimentó un ataque dentro del enorme complejo en La Habana.
“Si puede suceder en nuestros hogares, si puede suceder en la embajada, puede ocurrir en cualquier lugar”, dijo la víctima.
El Departamento de Estado insiste en que ha tomado los incidentes en serio.
“Nuestro enfoque desde el comienzo de estos incidentes ha sido en la salud y el bienestar de nuestro personal”, dijo a CBS News un portavoz del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental. “Ellos siguen siendo nuestra prioridad.”
Estados Unidos no ha culpado públicamente a Cuba de los ataques, pero dice que no cumplió con las obligaciones internacionales de proteger a sus diplomáticos. Funcionarios del Gobierno cubano niegan que su país haya tenido algo que ver con los ataques.
Sin embargo, Estados Unidos ha emitido una advertencia de viaje para Cuba y anunció el 3 de octubre que expulsaba a 15 funcionarios de la embajada cubana de Washington.
La decisión de expulsar a los diplomáticos obtuvo apoyo bipartidista, contando con el senador republicano por la Florida, Marco Rubio, o el senador demócrata de Delaware, Chris Coons.
Coons dijo el sábado a Michael Smerconish de CNN que cree que la expulsión “tenía la intención simplemente de aumentar la presión sobre Cuba para ayudarnos a resolver este problema y averiguar cuál es la fuente, el origen de estas misteriosas enfermedades y los posibles ataques contra los diplomáticos estadounidenses”.
Pero Richard Feinberg, investigador de la Brookings Institution y profesor de la Escuela de Política y Estrategia Mundial de la Universidad de California en San Diego, sospecha que los ataques pudieron dar al gobierno Trump la oportunidad de revertir los esfuerzos para mejorar las relaciones entre EE.UU. y Cuba llevados a cabo por el expresidente Obama.
“Agregando a eso la retirada contundente del personal cubano de su embajada en Washington y la advertencia de viaje… esas medidas adicionales me parecen no haber sido justificadas y por lo tanto sugieren que algunas personas en la administración y en el Capitolio se apoyaron en estos incidentes para agregar un miedo adicional a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”, dijo Feinberg.
El viernes, el Departamento de Estado también envió un mensaje de seguridad a los ciudadanos estadounidenses en La Habana, advirtiéndoles sobre dos hoteles allí donde se atacó personal diplomático. Un funcionario del Departamento de Estado dijo que, además de los diplomáticos, un “puñado” de ciudadanos estadounidenses han reportado síntomas similares. El Departamento de Estado dijo que no puede verificar las reclamaciones.
“Me preocupa que la advertencia de viaje y los supuestos ataques a diplomáticos asusten a los turistas”, dijo el escritor Christopher Baker, quien cree que Cuba es segura para los viajeros. “Los cubanos -especialmente los dueños de habitaciones privadas y restaurantes y los que ofrecen otros servicios turísticos, merecen el apoyo del público viajero en sus esfuerzos por construir una economía económicamente más sostenible”.