Entregan carne en mal estado a enfermos de Sida en Santiago de Cuba


WASHINGTON, Estados Unidos.- Consuelo Mendoza lleva años yendo a la carnicería para comprar, mes tras mes, los productos de dieta para su hijo, que vive con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en la localidad de Santa Bárbara, en las cercanías del centro de Santiago de Cuba.
La señora, que ya roza los 70 años, contó a CubaNet a través de una llamada telefónica que es la única en su casa que puede cuidar a su hijo bien: “Si le faltara a mi hijo me parece que él moriría, porque desde que se enfermó soy la que cada día le recuerdo de sus medicamentos y le hago la comida, y aunque a veces no tengo fuerzas, le pido a Dios mucha salud, para que no me lleve y dejarlo desamparado”.
Mendoza denunció a este diario que la carne de res del mes de diciembre que llegó a su carnicería ya venía con mal olor y una coloración oscura. “Esta carne no hay nadie que se la coma, ni hirviéndola varias veces, le doy eso a mi hijo y sería mandarlo para el hospital sin regreso. Es una falta de respeto que ya la carne cuando llegó a la casilla estaba así”, lamentó.
“La carne que llega en mal estado es para los enfermos de Sida y las embarazadas, pero si no cogemos el producto el carnicero la vende y después dice que la devolvió, entonces uno tiene que esperar. Ahora al menos la cojo y se la cocino a los perros, pero al carnicero sí que no”, sentenció la señora.
Por su parte, Luis Benítez, quien residente de la localidad ultramarina Ciudamar y vive con el VIH hace ocho años, contó a CubaNet que no es la primera vez que recibe este producto en descomposición.
“Para julio o agosto, no recuerdo bien, fui a la carnicería a buscar la carne de res y el carnicero me enseñó en las condiciones en que había venido, luego me preguntó si la llevaría así o si quería que la devolviera para la empresa, a lo que agregó que esas devoluciones tardan meses en reponerse. Al final me llevé la carne porque no tenía nada que comer. La herví varias veces y boté las partes más malas, pero al menos me llevé algo de comer a la boca porque la situación es cada día peor”.
Benítez contó que ahora en diciembre sufrió lo mismo de los meses de vacaciones. En esta ocasión le preguntó al carnicero que sucedía, pues no era la primera vez que venía la carne descompuesta.
“Me dijo que parece que había un problema de refrigeración en el frigorífico, más la falta de refrigeración en las carnicerías de la ciudad. Que me llevara la carne así, porque botando algunas partes el resto estaba bueno”.
El joven santiaguero una vez más se llevó la carne en mal estado, pero quiso hacer pública su denuncia respecto a esta lamentable situación. “Lo que están buscando es acabar con nosotros, no hay medicamentos y los pocos alimentos que consigues te lo venden en mal estado, al final el gobierno lo que no quiere es tener más esta carga”, aseguró.
CubaNet se puso en contacto con varias carnicerías de la ciudad de Santiago de Cuba que expenden estos productos de la dieta 3224, asignada para las personas que viven con VIH, y corroboró la falta de equipos de refrigeración.
El dependiente de la carnicería “La Principal”, del centro de la ciudad santiaguera, dijo vía telefónica que muchas veces le ha reclamado a la empresa la falta de una nevera para la refrigeración de las dietas médicas, sin embargo, no ha habido solución.
“En ocasiones cuando los consumidores no vienen a tiempo yo guardo la carne de res o cualquier producto de dieta que se puede descomponer en refrigeradores de vecinos cercanos, porque no tengo nevera aquí. Pero otras veces los vecinos tienen los congeladores con sus productos, así que la tengo que dejar en la carnicería sin refrigeración, rogando que no se eche a perder, porque los consumidores se molestan y con razón. Aunque me he quejado a la empresa de comercio ellos dicen que no tienen neveras para las carnicerías”.
El dependiente dijo que la empresa de comercio de Santiago de Cuba no cuenta con neveras para las carnicerías que despachan dietas, pero sí para aquellas especializadas que venden cárnicos liberados.
“Es injusto, cuando uno sabe que entran neveras para las carnicerías que venden cárnicos por la libre y no para nosotros. Después cuando se echa a perder un producto lo tenemos que reponer nosotros, porque según los jefes nos los entregan buenos y si se descomponen los tenemos que reponer de nuestro bolsillo”.
Este año, un video publicado por la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) denunciaba el mal estado de la carne de res que llega para las dietas médicas en esta ciudad suroriental de Cuba.
No obstante, en la capital también han denunciado casos como estos. El 27 de junio pasado Manuel Aristigui Peña publicó en la red social de Facebook una situación similar en La Habana.
“Hoy en la mañana bajo a la carnicería que pertenece a la barriada de Colón a buscar la carne de dieta que le corresponde a mi novia por estar embarazada, al carnicero despecharme dicho producto inmediatamente me doy cuenta que la carne esta verde por diferentes lugares, le pido explicación, a lo que me responde que ninguna carnicería tiene refrigeración, al no ser solamente las especializadas…”, publicó Aristigui en aquella ocasión.
Yosmany Mayeta es periodista de CubaNet residente en Cuba de visita en Estados Unidos.
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