LA HABANA, Cuba. — Nancy Morera Violat, madre de los manifestantes del 11J Adrián Rodríguez Morera y Rolando Yusef Pérez Morera, dio a conocer vía telefónica a CubaNet que ambos presos políticos se encuentran en huelga de hambre desde el día 10 del presente mes.
Rolando Yusef Pérez Morera, de 50 años de edad, quien es presidente del movimiento Alianza Cívica Insurreccional, se halla recluido en el centro penitenciario de máximo rigor de Quivicán —ubicado en la provincia de Mayabeque—, donde cumple una condena de ocho años de cárcel. Por su parte, Adrián Rodríguez Morera, de 49 años de edad, extingue una sanción de siete años de privación de libertad en la prisión de Guanajay, también de máximo rigor, ubicada en la provincia de Artemisa.
El Reglamento de Cárceles y Prisiones vigente en la Isla establece que a las 72 horas de comenzada una huelga de hambre es obligación de las autoridades penitenciarias y sanitarias la creación de un acta de seguimiento, así como la hospitalización del interno en cuestión para poner en práctica un monitoreo diario a su estado físico y sus signos vitales. En lugar de eso, de acuerdo con la fuente, los hermanos fueron trasladados a celdas de castigo y, hasta el momento, no han recibido asistencia médica. Morera Violat agregó que su hijo menor sufrió un infarto hace tres años y además padece de gastritis, y que para ambas dolencias necesita medicamentos.
Otro manifestante del 11J, Víctor Painceira Rodríguez, dio a conocer vía telefónica desde la prisión de Guanajay que a la protesta en esa instalación carcelaria se sumaron además Denis Hernández Ramírez y Aliandry Lechuga Junco, ambos encarcelados por el mismo motivo. En el caso de Lechuga Junco, de 33 años de edad, su sentencia es de siete años de cárcel, mientras que Hernández Ramírez recibió una condena de seis años tras las rejas.
Los huelguistas participaron en las protestas populares iniciadas el 11 de julio de 2021 en el municipio artemiseño de San Antonio de los Baños, acontecimiento que luego fue replicado en otras localidades cubanas hasta llegar paulatinamente a todos los extremos del territorio nacional. Painceira Rodríguez hizo énfasis también en que los prisioneros protestan contra las condenas recibidas, basadas en falsos delitos como “atentado” y “desórdenes públicos”, a pesar de que ninguno de ellos actuó de manera violenta durante el transcurso de la manifestación.