LA HABANA, Cuba, 14 de agosto de 2013, Leonel Alberto Pérez Belette/ www.cubanet.org.- Hoteles, bares, mercados y restaurantes insignias de esta urbe están repletos de un curioso tipo de turismo aclimatado que prolifera constantemente; no se trata de personas, sino de la Blatella Alemana, la Periplaneta Americana y la Eurycotis Floridiana, nada menos que las especies más asquerosas de cucarachas presentes en la Isla.
Los patrones sanitarios aquí siempre han sido deplorables, pero la situación actual no tiene precedente y sí mucha relación con el deterioro de los servicios estatales, después de que las reformas demostraran la superioridad de los negocios administrados por particulares.
Basta permanecer unos minutos en el lobby, o subir a cualquiera de las habitaciones de los míticos hoteles, Nacional de Cuba, Riviera, Parque Central, Inglaterra, Meliá, o restaurantes como La Torre, Monseñor, aquellos situados en la Sociedad Gallega “Rosalía de Castro”, la Asociación Asturiana, u otros administrados por el Estado. El asco eriza la piel y aturde al comprobar que estos insectos ni siquiera temen a los humanos; nada que ver con las furtivas visitantes de las mazmorras del régimen; estas parientes “extranjeras” lo mismo intentan morderte el mouse de la PC, que colarse en tu mochila para invadir tu casa.
Daisy Ruiz, lugareña, dice haber protestado en un mini mercado situado en una gasolinera frente al hotel Riviera, en enero; después de comprobar que hasta las neveras estaban plagadas; las autoridades le respondieron que estaban conscientes y que fumigarían. Hace unos días, la señora Ruiz ni siquiera pudo acercarse al mostrador porque varias periplanetas americanas asomaban sus antenas; atrincheradas tras la caja registradora, mientras las eurycotis floridianas tomaban por asalto la pastelería e intentaban lamer los restos sobre latas de refrescos. Los funcionarios entonces confesaron que no podían darse el lujo de fumigar; “cerrar durante una semana equivale a miles de divisas en ingresos para el país…”.
De todas estas especies, la más difícil de eliminar es la blatella alemana, también conocida como cucaracha rubia, huésped perenne de hoteles cubanos que ostentan el rango de cinco estrellas; pero éstas gozan de más privilegios que los propios turistas extranjeros dado que los burócratas del gobierno obligan a estas instituciones a realizar costosas fumigaciones con insecticidas incorrectos. Lo curioso es que el producto que puede eliminarlas, una pasta a la que algunos denominan La Milagrosa, está disponible a bajos precios en los anaqueles de merolicos callejeros.
Las quejas de los turistas extranjeros y nacionales no conmueven a las administraciones y ya los camareros dicen no asustarse al escuchar gritos de clientes en medio de la noche.
Por si fuera poco, las lluvias atraen a otros visitantes no menos peligrosos, sobre todo en la parte vieja de la ciudad, como el mosquito aedes aegypti, aedes albopictus, ratones y ranas que ingresan en las instalaciones, camufladas entre la vegetación de macetas y adornos florales.