MIAMI, Estados Unidos.- Cuatro cubanos retenidos en el centro de detención de Pine Prairie, en Louisiana, se han cortado las venas para llamar la atención a las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Los hombres, que forman parte de un grupo de 60 cubanos, piden que la jueza que atiende su caso no los envíe de vuelta a Cuba.
Según un reporte del canal de noticias Univisión, los detenidos llevan cuatro meses a la espera de que sus peticiones de asilo en Estados Unidos sean aprobadas o negadas.
“Nos hemos cortado las venas tratando de llamar la atención para demostrar que tenemos un miedo real de regresar a Cuba”, asegura Julio Juzmay, uno de los hombres que ha intentado suicidarse. Aseguró ante las cámaras también que hay personas en el grupo que han hecho hasta 13 días de huelga de hambre.
Otro de los que ha atentado contra su vida es el joven Yerandy Valdez quien dice tener pruebas de que en la Isla abusaron sexualmente contra él y lo amenazaban.
Erick Rolando-Perera también intentó suicidarse. Lleva cinco meses encerrado y cuenta estar al borde de la desesperación. “Después de un día entero que te pasas en la Corte te obligan a comer con las manos esposadas. Aquí somos tratados como criminales”.
Este hombre dejó una carta de despedida a sus familiares en la que decía: “El sufrimiento que hoy les causo habría sido mayor si regresaba a Cuba. Esta es la única forma que encontré de evitar la deportación y años de tortura y maltratos”.
Los cubanos aseguran que la jueza inmigración que lleva su caso raramente otorga asilo a los inmigrantes. Según datos que reveló Univisión, entre 2012 y 2017 de los 198 casos que le asignaron no aprobó ninguno.
Los cubanos se quejaron de que todos los papeles que les dan a firmar están escritos en inglés, aunque el ICE aseguró que ellos proporcionan servicios de traducción a cualquiera que lo solicite. En el comunicado que ICE envió a Univisión dicen además que los informes sobre intentos de suicidio en esa instalación son falsos. Asimismo aclararon que sí hubo una huelga de hambre en Pine Prairie el mes pasado pero que “esas personas comenzaron a comer dos semanas después”.
La mayoría de los inmigrantes en ese centro de detención no pueden costear un abogado; y solo tienen 30 días para apelar su caso luego de que les niegan el asilo.