LA HABANA, Cuba, 31 de julio (Agencias, 173.203.82.38) – Cuba abrió un proceso penal por homicidio al español Ángel Carromero, conductor del vehículo en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero el pasado 22 de julio, informó el martes el diario oficial Granma, según indica un reporte de la Agencia France Presse.
El sueco Jens Aron Modig, que también viajaba en el auto, pudo finalmente abandonar la isla, a pesar de haber violado su “estatus migratorio” de turista, indicó la misma fuente.
“El español Ángel Carromero Barrios se encuentra instruido de cargo por homicidio en ocasión de conducir vehículo por la vía pública. Al sueco Jens Aron Modig se le permitió retornar a su país, pese a las actividades ilegales que realizó y a la violación de su estatus migratorio”, dijo el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba (único, en el poder).
De acuerdo con AFP, eso significa que La Habana desestimó juzgar a los dos europeos por desarrollar actividades políticas ilegales en la isla, lo que conlleva penas de hasta 20 años de prisión. El subcontratista estadounidense Alan Gross se encuentra cumpliendo una condena de 15 años de prisión en la isla por importar material de comunicaciones para la comunidad judía.
Modig se marchó de Cuba y ya llegó a Europa, mientras que Carromero está preso a la espera del juicio. El lunes fue visitado por el cónsul español Tomás Rodríguez Pantoja, a quien le dijo “que estaba recibiendo un buen trato”, señaló una fuente de la embajada española en La Habana. La sede diplomática ya contrató un abogado para que represente a Carromero.
“El suelo europeo está bajo mis pies. ¡Es tan agradable!”, escribió Modig en el sitio internet de microblogs, sin precisar el país donde había aterrizado.
Los dos europeos dijeron el lunes que el choque del automóvil contra un árbol en una ruta cerca de Bayamo, en el oriente del país, había sido un simple accidente, sin la participación de otro vehículo, como afirmaba la familia de Payá. En el hecho pereció además el opositor cubano Harold Cepero, de 31 años.
Modig, de 27 años y líder de la juventud Demócrata Cristiana de Suecia, negó haber enviado mensajes de texto por celular denunciando un ataque de otro vehículo en la ruta antes del accidente, como había dicho la familia de Payá, un ferviente católico de 60 años, pero admitió haber entregado 4,000 euros al disidente, indicó AFP.
Carromero, de 27 años y dirigente de la rama juvenil del derechista Partido Popular de España, pudiera ser condenado hasta 10 años de prisión por el accidente, según el Código Penal cubano.
“No se sabe cuándo comenzará (el juicio). Nosotros queremos que sea cuanto antes, pero aquí este juicio puede tardar hasta seis meses (en comenzar)”, agregó la fuente de la embajada española.
La familia de Payá no se ha pronunciado sobre las declaraciones de los dos extranjeros.
Los dos europeos habían ingresado a Cuba el 19 de julio con visa de turistas con el propósito de apoyar a Payá, Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo y líder del ilegal Movimiento Cristiano Liberación cubano, según dijo el sueco el lunes a la prensa extranjera en La Habana.
El día del accidente viajaban en el auto rentado al oriente de la isla a contactar a otros opositores.
El gobierno cubano divulgó el viernes un informe que sostenía que el auto se estrelló porque Carromero conducía a una velocidad excesiva y frenó bruscamente cuando ingresó a un tramo de la ruta que carecía de pavimento.
“A nosotros no nos dio ningún vehículo por la parte trasera, simplemente yo iba conduciendo, me encontré ante un bache y tomé las precauciones de cualquier automovilista (frenar)”, declaró Carromero, en un video entregado por las autoridades cubanas a la prensa.
En tanto, Modig dijo personalmente ante la prensa: “No recuerdo que haya habido algún otro auto involucrado en este accidente”.
Washington había exigido una investigación “a fondo y transparente” de la muerte de Payá, cuyo deceso provocó consternación en Estados Unidos, América Latina y Europa, incluido el Vaticano.
Payá alcanzó notoriedad en 2002, cuando en vísperas de la visita a la isla del ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981), entregó al Parlamento cubano 11,020 firmas en respaldo a una iniciativa para cambios políticos, llamada “Proyecto Varela”, que fue desestimada por el régimen comunista.