MADRID, España.- En medio de la crisis energética que azota a Cuba, campesinos independientes del país alertaron sobre los daños que los apagones están provocando en la producción agrícola, lo que se traduce en un aumento del déficit de alimentos disponibles para la población. Según reportes de Martí Noticias, esta situación está generando preocupación en diversas regiones, donde la falta de energía está afectando gravemente las labores agrícolas y la disponibilidad de agua para riego.
Desde Pinar del Río, el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal, ha advertido sobre la crítica situación en el campo debido a la escasez de energía. “Hay muchos campesinos que cuentan con motores de electricidad y no pueden regar los cultivos, y también muchos productos que llevan frigorífico, estamos en la época ya de la cebolla, del ajo y todos esos productos se echan a perder porque son muchas horas de apagón. El país está atravesando una situación de emergencia, todo está paralizado, no es posible un país que pueda funcionar sin electricidad”, expresó Abascal en declaraciones a Martí Noticias.
En otras áreas como San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, la situación es igualmente preocupante. Daniel Alfaro Frías, usufructuario en la zona, señaló que el Ministerio de la Agricultura había impuesto el uso de equipos de bombeo de agua eléctricos en lugar de los alimentados por combustible, lo que agrava la falta de agua para los cultivos en medio de una sequía persistente.
La crisis también golpea a la cooperativa agropecuaria de Los Cristales, en Arroyo Blanco, Jatibonico, Sancti Spíritus, donde los apagones han contribuido al incremento de la escasez de alimentos y la disminución de la masa ganadera. Vladimir Ríos Cruz, quien destaca la dependencia de la infraestructura de riego del sistema eléctrico, explica: “Aquí mismo en la cooperativa el regadío de la caña, eso es eléctrico, el impacto es devastador, porque aquí llover olvídalo. Es decir, que no hay manera de resolver el problema, no por corriente no vendiéndote petróleo”.
En Granma, Emiliano González, un campesino de la zona del Horno en Bayamo, relata que la falta de lluvias combinada con la dificultad para extraer agua de fuentes naturales debido a la escasez de electricidad ha provocado la pérdida de cosechas de arroz, lo que agrava aún más la crisis alimentaria en la región.
González apunta que la sequía es muy fuerte porque no llueve, y la extracción de agua de ríos, embalses y pozos se dificulta por la falta de electricidad. La mayoría de las cosechas de arroz del gobierno han colapsado, y los pocos productores privados que quedan necesitan urgentemente combustible y electricidad para poder trabajar.
En febrero pasado, durante una sesión de evaluación agrícola en Cuba, las autoridades del sector reconocieron la desastrosa situación que enfrentó la agricultura en el año 2023. Según el periódico oficialista Trabajadores, la mayoría de las producciones agrícolas y pecuarias no cumplieron con los volúmenes planificados. La demanda tanto de la población como de la industria quedó insatisfecha, y la contratación de producciones a campesinos y otros actores económicos estuvo por debajo de lo esperado.
El incumplimiento se evidenció en siete producciones principales del encargo estatal, incluyendo arroz consumo, tabaco torcido para exportación y carne bovina para la industria. Además, en la producción agrícola destinada al consumo se dejaron de producir casi 238.000 toneladas de viandas y más de 171.000 toneladas de hortalizas.
Durante el encuentro, el primer ministro Manuel Marrero Cruz, declaró que, “aunque se han implementado transformaciones en el sector agrícola, los resultados esperados aún están lejos de ser alcanzados en Cuba”.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.