MIAMI, Estados Unidos. – Estados Unidos seguirá denunciando “los abusos que se cometen en países como Venezuela, Nicaragua, Cuba e Irán”. Así lo afirmó este miércoles el secretario de Estado Antony Blinken tras el regreso del país norteño al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, organismo del que formará parte en calidad de observador.
El alto funcionario mostró aseguró que la premisa de Washington en esta nueva etapa será el respeto a los derechos humanos, así como la colaboración para el perfeccionamiento de ese organismo multinacional.
“Continuaremos denunciando abusos en países como Venezuela, Nicaragua, Cuba e Irán. Reiteramos nuestro llamamiento al gobierno ruso para que libere de forma inmediata e incondicional a Alexei Navalny, así como a otros cientos de ciudadanos rusos detenidos injustamente por ejercer sus derechos. Hablaremos a favor de los valores universales cuando se cometan atrocidades en Xinjiang o cuando se socavan las libertades fundamentales en Hong Kong. Y estamos alarmados por el retroceso de la democracia en Birmania, razón por la cual nuestra primera acción al volver a involucrar al Consejo fue en esta misma crisis”, sostuvo Blinken en su intervención.
El secretario de Estado fue especialmente incisivo con los estados que violan los derechos humanos, los cuales ─consideró─ no deberían formar parte del Consejo.
“Nos centraremos en garantizar que los miembros del Consejo reflejen altos estándares para la defensa de los derechos humanos. Aquellos con los peores antecedentes en materia de derechos humanos no deberían ser miembros de este Consejo. Debemos trabajar juntos para mejorar el trabajo y la composición del Consejo para que pueda hacer aún más para promover los derechos de las personas en todo el mundo”, añadió.
Blinken también fue autocritico con la situación de los derechos humanos en Estados Unidos, donde aún persisten el racismo y otras manifestaciones de discriminación social.
“Reconozco que cualquier compromiso de luchar por los derechos humanos en todo el mundo debe comenzar con el compromiso de luchar por los derechos humanos en casa. Las personas de color en los Estados Unidos enfrentan todos los días las consecuencias del racismo sistémico y la injusticia económica. En su primera semana en el cargo, el presidente Biden tomó medidas para abordar las causas fundamentales de estas desigualdades, incluidas la vivienda, la reforma carcelaria, la mejora de las condiciones de los pueblos indígenas y la lucha contra la discriminación contra los estadounidenses de origen asiático”, recalcó el funcionario.
El jefe de la diplomacia estadounidense anunció que su país “buscará ser elegido para el Consejo de Derechos Humanos para el período 2022-24”, para los cual solicitó “el apoyo de todos los Estados miembros de la ONU”.
“Estados Unidos está colocando la democracia y los derechos humanos en el centro de nuestra política exterior, porque son esenciales para la paz y la estabilidad. Este compromiso es firme y se basa en nuestra propia experiencia como democracia: imperfecta y, a menudo, no alcanzando nuestros propios ideales, pero luchando siempre por un país más inclusivo, respetuoso y libre”, recalcó Blinken.
Cabe señalar que pese a que la Administración de Joe Biden decidió regresar al Consejo de Derechos Humanos, comparte con la de Donald Trump suspicacias sobre el funcionamiento de ese organismo internacional.
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