Padres e hijos
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) – Si el fenecido campo socialista del este europeo estuvo saturado de destacados dirigentes comunistas cuyos hijos tenían ideas políticas contrarias, más lo está el régimen castrista de Cuba. La razón principal es seguramente que, con terror y manipulación, se puede imponer el orden, pero no las ideas. Esto es válido lo mismo en el seno de la familia, que en un país víctima de una dictadura totalitaria.
Hacer una relación completa de comunistas cubanos destacados cuyos hijos les dieron la espalda, es difícil. Quizás pudiéramos comenzar con la hija de Julio A. Mella, continuar con Alina, la de Fidel Castro y seguir con un sinnúmero de dirigentes nacionales como Carlos Rafael Rodríguez, Tino Aspillada, José Abrantes, Ramiro Valdés, Ricardo Alarcón de Quesada, Juan Almeida, Lázaro Barredo y muchísimos otros, que no pudieron inculcarle el comunismo a sus hijos, los que han preferido la libertad y los escollos y dificultades del exilio, a continuar disfrutando la miel del poder comunista bajo la paternal.
Entre todos ellos vale la pena destacar a Jorge Masetti, ese valeroso cubano que vive en Francia, que escribió un libro-testimonio sobre el rostro oculto del castrismo, algo que conoció en carne propia. Massetti escribe con honestidad y sin miedo, desafiando la mano larga de la Seguridad Cubana que, en cualquier momento, podría pasarle la cuenta.
Con mucha frecuencia la prensa oficial cubana elogia la valentía de su célebre padre, el argentino Jorge Ricardo Masetti, que en 1964 perdiera la vida en el intento por organizar una guerra de guerrillas en la provincia argentina de Salta, cumpliendo planes de Fidel Castro. Seis años antes había subido a la Sierra Maestra como periodista, donde permaneció tres meses. Con el material obtenido escribió el libro Los que luchan y los que lloran, título que hace alusión a los que combatían con las armas y a la inactividad del pueblo ante la dictadura de Batista.
La hazaña de su hijo Jorge, nacido en Argentina en 1955 y criado en La Habana desde los cuatro años, al escribir su libro El furor y el delirio, editado en España en 1999, ha sido mucho mayor. En él, relata tenebrosos hechos que la mayoría de los cubanos de la isla todavía ignoran y que nos revelan un régimen fracasado y apuntalado con armas; un pasmoso retrato al desnudo del castrismo. El libro, por supuesto, no se vende en Cuba, porque el pueblo no debe saber de esas acciones terroristas perpetradas en el extranjero por los agentes de la Seguridad Cubana, bajo el disfraz de tareas especiales, actividades comerciales, o misiones internacionalistas, realizadas a través de bases operativas y vinculadas a guerrillas latinoamericanas y africanas.
De esa turbulenta y oscura historia, que aún no ha concluido, Jorge Masetti fue parte fundamental, no sólo como amigo y yerno de los hermanos y altos militares cubanos Patricio y Antonio de la Guardia (fusilado Tony en 1990), sino porque el era uno de los “hijos de la Revolución”, atados de pies y manos por los grandes privilegios que les otorgaba el régimen. Masetti ha elegido ser un paria huérfano por el mundo; una mejor opción para alguien digno y con ansias de libertad. |