La Vanguardia Digital
- 03:30 horas - 26/01/2001
VIENA. (Corresponsal.) - Miloslav Ransdorf, un diputado comunista checo,
acusó el jueves al ex ministro de Hacienda y actual vicepresidente de la
Cámara Baja checa, Ivan Pilip, de haber entregado instrucciones electrónicas
del grupo prodemocrático norteamericano Freedom House a los disidentes
cubanos.
Pilip y el ex líder estudiantil checo Bubenik se encontraban en Cuba
desde el 8 de enero y fueron detenidos por la policía cubana cuatro días
más tarde, tras haberse entrevistado con dos disidentes de la población
de Ciego de Ávila. Según Ransdorf, llevaban consigo direcciones y
disquetes para los disidentes.
En Praga llueve sobre mojado: poco antes, el jefe del partido comunista
checo Miroslav Grebenicek había acusado al presidente (y ex disidente
checo) Vaclav Havel de haber patrocinado la supuesta acción de Pilip,
acusación que un portavoz presidencial calificó inmediatamente de "tontería".
El miércoles, finalmente, el Ministerio de Asuntos Exteriores cubano
sugirió que podría encontrarse una "solución honesta"
del caso, consistente en que los detenidos "reconozcan lo sucedido, pidan
perdón y digan que no lo van a repetir". La prensa comunista cubana
había dado claramente a entender que las detenciones son una venganza por
el hecho de que Chequia hubiera apoyado el año pasado una resolución
de la ONU criticando las violaciones de los derechos humanos en Cuba.
Lucie Pilipová, la esposa de Pilip, que ha podido visitar a su marido
en la cárcel Villa Marista de La Habana, ha declarado que se encuentra "en
buenas condiciones" y espera un juicio (por supuestos delitos de espionaje
y subversión) para dentro de 60 días.
El diario checo "Mlada Fronta Dnes" asegura que las leyes cubanas
prevén para estos delitos penas de prisión de hasta 20 años.
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