Publicado el 17 de enero de 2001, en
El Nuevo Herald
Enjuiciarán por "espionaje'' a dos políticos checos
en La Habana
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
Cuba dio un nuevo paso hacia un serio conflicto diplomático con la
República Checa al acusar el martes a dos dirigentes políticos
checos, arrestados en Ciego de Avila, de "agentes contrarrevolucionarios al
servicio de Estados Unidos'', y anunciar que serán juzgados.
"Los que de forma grosera violan nuestras leyes y tratan de conspirar
contra la Revolución, no tienen derecho a impunidad alguna sean cuales
fueren sus cargos y rangos'', informó el diario Granma.
El presidente checo, Vaclav Havel, "sigue atentamente'' el conflicto, y
"la cancillería estudia de qué manera'' podría
comprometerse a favor de sus compatriotas, anunció el martes su portavoz,
Ladislav Spacek.
El diputado y ex ministro checo Ivan Pilip y el ex dirigente estudiantil y
parlamentario Jan Bubenik, viajaron a Cuba como turistas y fueron detenidos el
jueves por la noche en el Hotel Ciego de Avila, luego de reunirse con el
periodista independiente Antonio Femenías y con Roberto Valdivia,
delegado del Comité Cubano Pro Derechos Humanos en esa provincia.
"Los mencionados ciudadanos checos serán puestos a disposición
de los tribunales, los que decidirán las medidas pertinentes a tomar'',
subrayó Granma, que acusó a los checos de entregar dinero y "propaganda
subversiva'' a los disidentes.
Fuentes disidentes de la isla dijeron que Femenías y Valdivia fueron
confrontados el viernes con los checos y negaron las acusaciones, tras lo cual
fueron liberados. Sin embargo, ambos fueron citados de nuevo el martes a la sede
de la Seguridad del Estado, en Ciego de Avila, para entrevistarse con el mayor
Antonio Herrera. Al cierre de esta edición se desconocía el
resultado de esa entrevista.
En Praga el ministerio de Relaciones Exteriores calificó de "absurdas
y sin base alguna'' las acusaciones publicadas en Granma, en una nota de
protesta entregada al Encargado de Negocios cubano en esa capital, David
Paulich, precisó el portavoz, Ales Pospisil.
La cancillería checa señaló que las autoridades cubanas
impiden a los dos hombres contactar con la embajada checa en La Habana y "de
este modo violan de manera flagrante la ley internacional''.
Granma dijo que "de nada le valdrán sus gritos histéricos''
a la cancillería checa, en todo caso, "lo que debe hacer ese
Ministerio es ofrecer excusas a Cuba''.
En La Habana, el activista Elizardo Sánchez, dijo que el arresto de
los checos demuestra que "Cuba sigue siendo uno de los pocos países
del mundo donde un extranjero ingresa con una visa legal de turista y luego se
le obstaculiza su libertad de movimientos''.
"La Comisión Cubana para los Derechos Humanos y la Reconciliación
Nacional considera la detención de los dos checos un acto ilegal, ya que
no cometieron ningún delito, y una manifestación de xenofobia del
gobierno cubano'', dijo Sánchez, quien preside la Comisión.
Disidentes piden freno a la represión en Cuba
Más de 70 miembros de las principales organizaciones opositoras
firmaron el documento
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
En un abierto reto al régimen castrista, más de 70 reconocidos
disidentes internos hicieron ayer un llamamiento a la comunidad internacional "para
que contribuya a detener la ola represiva desatada por el gobierno de Cuba desde
noviembre de 1999''.
En el texto, titulado "Llamamiento desde La Habana'', representantes de
las principales organizaciones opositoras dentro de Cuba advirtieron que "durante
el año 2000 se registraron más de 1,000 actos de represión
política contra pacíficos disidentes y por lo menos 18 de ellos
permanecen en prisión provisional''.
"En el pasado mes de diciembre, la desproporcionada maquinaria
represiva del gobierno de Cuba rompió todos los récords al
registrarse más de 300 acciones de represión política, de
las cuales por lo menos 270 fueron detenciones arbitrarias de opositores no
violentos'', indicó el documento.
Entre los firmantes de la coalición --autodenominada Todos Unidos--
figuran Oswaldo Payá Sardiñas, líder del Movimiento
Cristiano Liberación; Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión
Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN); Gustavo
Arcos Bergnes, presidente del Comité Cubano Pro Derechos Humanos (CCDH);
Héctor Palacios, del Centro de Estudios Sociales, y los periodistas
independientes Raúl Rivero, Víctor R. Arroyo y Manuel Vázquez
Portal, entre otros.
Varias llamadas de El Nuevo Herald para contactar a disidentes en La Habana
resultaron ayer infructuosas.
La coalición ya había producido llamamientos similares
coincidiendo con la celebración de la IX Cumbre Iberoamericana de La
Habana, en 1999, y la X Cumbre de Panamá, el pasado octubre, pero en esta
ocasión la iniciativa se produce en un momento particularmente tenso en
el acontecer sociopolítico de la isla.
Organizaciones de exiliados cubanos valoraron como un hecho significativo la
aparición del llamamiento, a pesar de las sostenidas manifestaciones de
represión interna de las últimas semanas y la crisis desencadenada
tras el arresto de dos ciudadanos checos bajo acusaciones de "actos
subversivos''.
"El hecho de que dentro de esta campaña de terrorismo de Estado
se produzca una respuesta de esta magnitud, prueba el vigor de la disidencia
interna'', opinó Ricardo Bofill, representante del CCDH en Miami. "Es
un reto a la represión y a mantener inalterable el trabajo de la oposición
pacífica''.
A comienzos de este año, la CCDHRN había difundido una lista
con más de 300 prisioneros, condenando la existencia de "alrededor
de 200 prisiones y campamentos de prisioneros en el Gulag cubano''.
Testigo de la fiscalía sirve a la defensa en el juicio de los espías
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Aunque fue a testimoniar convocado por la fiscalía, un oficial de
contrainteligencia del Comando Sur terminó dando argumentos al equipo de
la defensa de cinco hombres acusados de espiar para Cuba.
Según el teniente coronel Christopher Winnie, un ciudadano
estadounidense nacido en la isla tendría dificultad en conseguir un
empleo en el Comando Sur porque Cuba es considerado un país comunista y,
por lo tanto, es difícil confirmar información sobre el pasado de
esa persona.
Y prueba de eso, reveló ayer durante el interrogatorio a que lo
sometió el fiscal federal asistente Dave Buckner, es que en esas
instalaciones trabajan unos 600 civiles de los cuales sólo 44 son de
origen cubano.
"[Pero] El hecho de que haya nacido en Cuba no impide a una persona
conseguir un permiso de seguridad'', explicó el oficial.
Sin embargo durante el contrainterrogatorio de la defensa, Winnie añadió:
"Quien viene de un país comunista'' es sometido a una investigación
mucho más rigurosa. "No se prende necesariamente un bombillo rojo,
pero lo investigaremos más acuciosamente sobre una base de caso por caso.
Cuba tiene un estatuto especial'', dijo el teniente coronel.
Durante la jornada de ayer en el juicio a Gerardo Hernández, René
González, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino,
la fiscalía se esforzó por demostrar que los acusados eran parte
de un red de espionaje que tenía como objetivo infiltrarse en
instalaciones militares de EU.
A instancias de Buckner, el oficial del Comando Sur explicó cómo
a todo trabajador allí --sea civil o militar-- se le otorga una
clasificación de seguridad mínima de "secreto'', aunque "esto
no significa que tenga permiso inmediato para consultar cualquier documento,
sino que tiene acceso a esa información cuando la necesite''.
Según fuentes familiarizadas con el proceso que no pueden
identificarse debido a la orden emitida por la jueza Joan A. Lenard que prohíbe
a fiscales, abogados y potenciales testigos hablar con la prensa, el equipo de
la defensa quedó particularmente impresionado con el testimonio, ya que
las palabras del militar pudieran facilitarle la tarea.
Las fuentes calificaron la sesión de "confusa'', porque el
testigo se enfrascó en una detallada explicación de cómo el
Comando Sur da clasificaciones de seguridad de "secreto'' a un jardinero o
un mozo de limpieza para ingresar en las instalaciones pero sin acceso a
documentación sensible.
No obstante, terminó sosteniendo que si un individuo de origen cubano
tiene dificultad para trabajar en las instalaciones militares, entonces
potenciales agentes cubanos tendrían muy pocas posibilidades de lograrlo
si se demuestra su paso reciente por la isla.
Esto se ajusta como anillo al dedo al caso de Joseph Santos, un espía
confeso cuya misión fue penetrar el Comando Sur, después que fue
profesor universitario en la isla y dirigió un centro de computación
en la Universidad Central.
Durante su testimonio la semana pasada, Santos detalló cómo
intentó, sin éxito, conseguir trabajo en el Comando Sur pese a que
conoce poco inglés. También dijo que una forma de obtener alguna
información era estableciendo contactos sociales con personal militar.
Pero según Winnie esto último pudiera ser muy difícil,
si no imposible. "Es una violación de seguridad seria que debe ser
reportada de inmediato'', dijo el oficial.
La declaración de Winnie no pudo tener mejor recepción por
parte de la defensa. "Nos están demostrando que todo lo que dicen
esta gente quería hacer es imposible de hacer'', dijo a El Nuevo Herald
una fuente cercana a la defensa.
Superviviente del "13 de Marzo'' acusa a Cuba por tragedia
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
El patrón del remolcador
"13 de Marzo''
-hundido a ocho millas de las costas cubanas cuando intentaba escapar a Estados
Unidos con 73 personas a bordo- dijo ayer en Miami que la actuación de
las embarcaciones del régimen ante el trágico suceso "fue un
acto de canibalismo en altamar''.
"El hecho de que en lugar de rescatar a los sobrevivientes [del 13 de
Marzo], los tres remolcadores cubanos trataron de hundirlos y desaparecerlos es
algo que rompió los principios de la marinería internacional'',
declaró Raúl Muñoz, quien viajó desde La Habana la
pasada semana esperar cinco años por el permiso de salida.
Muñoz, de 29 años, es uno de los 32 sobrevivientes del dramático
suceso, ocurrido en la madrugada del 13 de julio de 1994. Entre las víctimas
estaban su esposa Marjolis Méndez Tacoronte, su suegra Marta Caridad
Tacoronte, su única hermana Odalys Muñoz y dos cuñados
menores de edad, Yousel y Cary.
"Era algo que no cabía en mi cabeza'', confesó Muñoz
durante una rueda de prensa en la sede de la Fundación Nacional Cubano
Americana. "Pensé que la época de los crímenes
impunes, el canibalismo y la piratería en el mar eran cosas del pasado,
pero no, con [Fidel] Castro todo es posible''.
Acompañado por otros sobrevivientes del naufragio, Muñoz relató
los pormenores de su desempeño al frente del remolcador una vez que su
capitán, Fidencio Ramel Prieto, desapareció como resultado de los
golpes propinados al "13 de Marzo'' por los navíos del gobierno
cubano, que trataron de impedir la fuga.
El gobierno cubano difundió la versión de que el remolcador se
hundió debido a su sobrecarga y presentó la tragedia como un
accidente provocado por la irresponsabilidad de sus tripulantes.
"No fue un accidente, fue un crimen'', djo Muñoz. "Desde el
primer momento Cuba y personalmente Fidel Castro se dieron a la tarea de
desinformar al mundo entero, ocultando los detalles de lo que en verdad sucedió
esa madrugada''.
Muñoz permaneció encarcelado en Villa Marista, la sede de la
Seguridad del Estado, desde ese día hasta el 5 de enero de 1995. Según
su testimonio, los oficiales que atendieron el caso trataron de que cambiara su
versión de los hechos ocurridos.
"Salí de la prisión con claras advertencias de que debía
estar callado y localizable, pues supuestamente había gente del pueblo
que quería matarme por lo ocurrido'', expresó.
Muñoz, que trabajó luego en la empresa siderúrgica
Antillana de Acero, aseguró que en varias ocasiones fue víctima de
agresiones en la calle, las cuales pusieron en peligro su vida.
"Una vez se me abalanzó una motocicleta, otra vez un auto trató
de arrollarme... y eran evidentemente acciones fabricadas por la policía
[política]'', contó.
Muñoz reveló que Jesús Martínez, quien estuvo en
uno de los navíos que acosaron al "13 de Marzo'' y luego fue
condecorado oficialmente por la operación, fue recientemente expulsado de
su centro laboral porque fue sorprendido robando allí.
"El tendrá que pagar algún día por su crimen, como
todos los que ordenaron el ataque'', dijo. "Ahora estoy en condiciones de
pedir justicia y aclarar lo que pasó, y no voy a parar...''
Delegación parlamentaria japonesa en La Habana
Efe. La Habana
El presidente de la Cámara de Representantes de Japón,
Tamisuke Watanuki, llegó ayer a La Habana al frente de una delegación
de parlamentarios de su país invitada por el Parlamento cubano.
El estrechamiento de las relaciones de Japón con Cuba y la
profundización del conocimiento acerca de su desarrollo en diversos
sectores son los objetivos fundamentales de su visita, según dijo
Watanuki.
El parlamentario, que lleva a cabo su segunda visita a Cuba tras el triunfo
de la revolución cubana, en 1959, y su primera como presidente de la Cámara
de Representantes, dijo que hay mucho interés del pueblo japonés
por las ofertas turísticas que ofrece Cuba.
Watanuki y la comitiva que encabeza fueron recibidos en la terminal aérea
José Martí por Ramón Pez Ferro, presidente de la Comisión
de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
El parlamentario japonés, de 74 años y economista de profesión,
asumió sus actuales funciones en julio de 2000.
Anteriormente fue ministro de la Construcción y en dos ocasiones fue
miembro de la Cámara de Representantes por la región de Toyama.
El corte telefónico no ha impedido las llamadas de EU
Pablo Alfonso
Un mes después del corte telefónico con Estados Unidos,
decretado por la dictadura castrista el pasado 15 de diciembre, los cubanos de
ambas orillas del Estrecho de la Florida, han logrado romper el silencio que el
régimen de Fidel Castro se propuso imponer.
A pesar de los inconvenientes causados por el corte telefónico con
Estados Unidos, las comunicaciones continúan. No han podido ser
suprimidas totalmente.
La tecnología moderna y la inevitabilidad de mantener canales de
comunicación abiertos con el resto del mundo, le han jugado en esta ocasión
una mala pasada al régimen castrista.
De los aproximadamente 1,050 circuítos directos que enlazan a Cuba
con Estados Unidos, sólo unos 100 corresponden al cable telefónico
submarino tendido entre ambos países. El resto pertenecen al sistema de
satélite INTELSAT. Es a través de este sistema que se efectúan
la mayoría de las comunicaciones con la isla.
Las llamadas de Estados Unidos a Cuba se están canalizando, vía
satélite, a través de terceros países. Un procedimiento
que, según expertos en comunicaciones, se realiza automáticamente
cuando, en tiempos normales, los circuitos directos se congestionan. En este
caso, ese tráfico por terceros países, produce tiempos más
largos de espera y dificultades en lograr una comunicación instantánea
y clara.
En suma, problemas que sufren los familiares y que, a la larga, no
benefician a nadie; porque ni siquiera la dictadura cubana puede cobrar el
impuesto que, unilateralmente, decidió imponer a las compañías
estadounidenses de comunicaciones que negocian con la empresa estatal cubana
ETECSA.
Cuba ha amenazado con cobrar el impuesto a las compañías de
terceros países, pero esa amenaza quedó, a la postre, como una
bravuconada impracticable. La compleja tecnología moderna hace sumamente
difícil a las autoridades cubanas, conocer cuántas llamadas que
entran a la isla desde Europa, Canadá o Sudamérica, se originan en
Estados Unidos. Por otra parte, es improbable que las compañías de
esos países paguen un impuesto que no les corresponde. Y es más
improbable aun que La Habana suspenda también las comunicaciones directas
con esos países, aislándose así del resto del mundo.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos mantiene la prohibición
a las empresas estadounidenses de pagar, directa o indirectamente, el impuesto
decretado por Cuba y que -según los norteamericanos- viola los convenios
firmados entre ambos países.
Hasta ahora, en medio de ese panorama con ribetes de crisis, creado por la
dictadura cubana, el canciller Felipe Pérez volvió a amenzar
recientemente con nuevas medidas restrictivas.
Si hasta el momento el corte sólo ha afectado las llamadas desde
Estados Unidos hacia la isla, dijo Pérez, es porque "no hemos
decidido ir más lejos, lo cual mantenemos en nuestras opciones''.
"Cuba va actuando según las circunstancias y se reserva el
derecho de continuar tomando otras medidas'', amenazó el canciller.
Por lo pronto, tratando de obtener ganancias en río revuelto, el régimen
cubano está vendiendo en la isla tarjetas telefónicas. Su costo,
por supuesto, es en dólares. El dinero para adquirirla lo pagan los
exiliados que lo envían a sus familiares. Esas llamadas, se canalizan
desde la isla a Estados Unidos, a través de terceros países y a
precios exhorbitantes.
El INs detiene en California a pintor y a profesora cubanos
El matrimonio cruzó la frontera de México y solicitó
asilo
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
Un matrimonio cubano que llegó hasta la frontera mexicana para
solicitar asilo político en Estados Unidos, permanecía detenido el
lunes por el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) en
medio de una atmósfera de incertidumbre sobre su caso.
El pintor y poeta Nicolás Lara, de 54 años, y su esposa Marta
Limia, especialista en artes plásticas, cumplieron una semana de arresto
en sendos centros de detención tras entregarse a las autoridades
norteamericanas en el puesto migratorio de Caléxico, California.
Lara fue destinado al centro de detención de El Centro, a 140 millas
de San Diego, mientras que Limia está en la cárcel para mujeres de
esta última ciudad.
Aunque el INS no revela información sobre casos de asilo, amistades
de los detenidos confirmaron a El Nuevo Herald la presencia de la pareja en
territorio norteamericano.
"Tiene un estado de ánimo muy bueno y está ansioso de
salir y encontrarse con sus amigos de Miami'', relató Madeline Cámara,
profesora de la Universidad de San Diego, quien ya ha visitado a Lara en dos
ocasiones.
Según otros testimoniantes que han hablado con el detenido, su
principal preocupación es que los funcionarios de inmigración no
lo han entrevistado hasta el momento.
Artistas cubanos de Miami manifestaron ayer su respaldo a la petición
de asilo de la pareja, considerando que ambos estuvieron vinculados a sucesos
altamente conflictivos en el panorama artístico de la isla desde finales
de los años 80.
"Nicolás [Lara] fue siempre un contestatario y cerró
filas junto a los jóvenes pintores del grupo Arte Calle [en la década
del 80], que con sus obras provocaron la ira del régimen'', comentó
el pintor y crítico Aldo Menéndez.
Arte Calle, integrado por estudiantes de la Escuela San Alejandro, realizó
en octubre de 1987 la exposición titulada Nueve alquimistas y un ciego,
que provocó la intervención de la Seguridad del Estado.
La muestra incluía una gigantesca imagen de Ernesto Che Guevara en el
piso de la Galería L, en pleno centro de La Habana, sobre la cual debía
caminar el público asistente.
Limia fue expulsada de inmediato como directora de la institución, e
incluso el gobernante Fidel Castro se refirió despectivamente a ella en
uno de sus discursos.
Limia apeló entonces la expulsión por vías legales,
pero nunca se le restituyó en el cargo y permaneció marginada de
toda actividad artística.
Los casos de cubanos que penetran por la frontera de México y Canadá
se ha incrementado en los últimos meses.
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