Publicado el 10 de enero de 2001 en
El Nuevo Herald
En vida de Castro, Cuba pide negociar
Vivian Sequera / Ap. La Habana
Cuba desea la normalización de relaciones con Estados Unidos, afirmó
ayer el canciller cubano Felipe Pérez Roque, quien recomendó al
nuevo presidente norteamericano, George W. Bush, que mejorara esos lazos en vida
del gobernante Fidel Castro.
"Cuba quiere relaciones normales con Estados Unidos, las desea (...)
Cuba esta presta para esa relación, pero no está en manos de
nosotros'' normalizarla, sino en las Washington, dijo el canciller en entrevista
con la AP en la sede del Ministerio del Exterior.
"La pelota está en las manos de las autoridades de Estados
Unidos'', agregó el ministro refiriéndose a que es Washington el
que debe retirar una serie de leyes y normas que mantiene desde hace décadas
hacia Cuba, como el embargo.
Los lazos diplomáticos entre La Habana y Estados Unidos fueron rotos
en enero de 1961, luego del triunfo de la revolución castrista de 1959.
Desde entonces la isla y Estados Unidos han mantenido tensas relaciones.
Sin embargo, el canciller aseguró que el gobierno de Castro está
dispuesto a enrumbar esas relaciones y recomendó a Bush seguir el consejo
ofrecido la semana pasada por el ministro de Defensa cubano, general Raúl
Castro, hermano del gobernante: mejor normalizar esas relaciones en vida de
Fidel Castro, porque después será más difícil
Ni Pérez Roque ayer, ni en su momento el ministro de Defensa,
explicaron las razones para las dificultades de las relaciones con Washington
tras el fallecimiento del dirigente cubano, de 74 años.
El ministro de Defensa, de 69 años, es el segundo hombre de Cuba, y
el propio gobernante le ha mencionado como su sucesor. Raúl Castro
siempre ha sido definido como más radical que su hermano.
El canciller además comentó que las relaciones con Washington
podrían empeorar si Bush cedía a las presiones del exilio cubano
de Miami, en la Florida, estado donde se decidió la elección
presidencial.
"Si el gobierno de Estados Unidos cede ante esas presiones (...) la
cosa puede empeorar'', dijo Pérez Roque.
En pésimas condiciones miles de presos cubanos
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
Por lo menos 300 presos políticos y "varias veintenas de miles''
de presos por delitos comunes permanecen encarcelados en Cuba en pésimas
condiciones, denunció ayer en La Habana la Comisión Cubana de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, en su habitual lista anual.
"Lamentamos pronosticar un deterioro aún mayor en la situación
de tales derechos esenciales durante en año 2001, a menos que el gobierno
de Cuba se decida a iniciar un proceso de graduales reformas modernizadoras'',
dijo Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión.
Añadió que dichas reformas deben permitir al propio gobierno y
al pueblo de Cuba liberarse "del funesto modelo totalitario coyunturalmente
adoptado hace cuatro décadas''. Sánchez precisó que el régimen
castrista "constituye la causa primera de la pobreza, la desesperanza y
violación masiva e institucionalizada de los derechos civiles y políticos
que sufrimos los cubanos''.
En un documento de siete páginas, que contiene la lista de 300 presos
políticos, copia del cual ha sido obtenida por El Nuevo Herald, el grupo
de derechos humanos afirmó que "Cuba sigue estando entre los
primeros países del hemisferio y del mundo por la cantidad de prisioneros
de esa categoría en relación con el total de habitantes''.
En la lista aparecen tres condenados a muerte, entre ellos los salvadoreños
Raúl Ernesto Cruz León y Otto René Rodríguez, ambos
acusados de terrorismo, así como el anticastrista Humberto Real Suárez.
También están en la lista el disidente Vladimiro Roca y
Patricio de la Guardia, uno de los involucrados en el célebre caso Ochoa.
"Consideramos que nuestro propio Gulag está formado, por
alrededor de 200 prisiones y campamentos de prisioneros, lo cual resulta
inquietante toda vez que a principios del actual gobierno, en enero de 1959,
existían alrededor de 15 cárceles'', afirmó Sánchez.
Según la organización, la situación de los derechos
civiles y políticos en Cuba empeoró durante el año 2000 en
comparación con el año precedente, debido al aumento de la represión,
entre otros factores.
Sánchez explicó que el gobierno consiste realiza detenciones
masivas, pero por breves períodos, con lo cual evita producir condenas y
así variar el número de encarcelados.
La Comisión señaló que el gobierno continúa con
su política de negar el acceso a las prisiones cubanas a la Cruz Roja
Internacional y a otras organizaciones humanitarias nacionales o
internacionales.
Familia cubana más cerca de la reunificación
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
Un médico cubano, hermano de un ex oficial de inteligencia que había
desertado de la isla, fue liberado el lunes por el Servicio de Inmigración
y Naturalización (INS) tras escapar de Cuba en una lancha junto a otras
nueve personas y arribar a las costas de la Florida.
"No me quedó otra opción'', relató ayer David
Cohen, de 30 años, a quien esperaban sus hermanos mayores, Isaac, de 35 años,
y José, de 36, quienes habían abandonado la isla a bordo de una
balsa en 1994.
"El gobierno cubano no me dejaba salir ni con la visa de Estados Unidos
de 1995 ni tampoco con la visa que tenía para República Dominicana
desde 1997'', dijo David.
Su salida legal de Cuba estaba bloqueada por la llamada resolución 54
de 1999, la cual impide las salidas del país a los profesionales de la
salud. Pero además David sabía que en su caso estaban influyendo
las represalias que el régimen cubano le está imponiendo a su
hermano José, ex oficial de la inteligencia castrista.
Desde 1996 los padres de José, su esposa y tres hijos menores tienen
visas para emigrar a Estados Unidos, pero La Habana no les concede el permiso de
salida (tarjeta blanca) que todo ciudadano cubano tiene que obtener para
emigrar.
Las gestiones de José se incrementaron a raíz de la campaña
desatada por el gobierno cubano para lograr la reunificación del niño
Elián González con su padre. Poco después el congresista
demócrata José Serrano pidió infructuosamente a Cuba la
liberación de la familia Cohen y ahora los esfuerzos están en
manos de Gregory Craig, el mismo abogado que representó al padre de Elián
durante la batalla legal en Estados Unidos.
Pero hasta la fecha la familia de José sigue sin recibir el
correspondiente permiso de salida.
"Confiamos en que todos podamos reunirnos algún día
cercano'', expresó David. "Al menos ya he cumplido el primer sueño,
que casi no puedo creer''.
David, graduado en Medicina en 1993, había sido enviado a ejercer en
un centro de trabajo, como medida coercitiva tras su petición migratoria.
"Muchísima gente está obsesionada con la idea de salir de
Cuba por cualquier vía'', comentó. "En el caso de los médicos
hay un descontento grande y queda como alternativa enrolarse en los grupos de
colaboración extranjera para ver qué pasa después...''
David llegó a Cayo Boca Chica el domingo luego de salir de la playa
de Guanabo, al norte de La Habana. La lancha rápida en que viajaron fue
incluso embestida por una presunta embarcación del gobierno cubano. El
INS sospecha que el grupo de inmigrantes fue parte de una operación de
contrabando.
"Ha sido una odisea, pero al menos así hemos podido empezar a
reunirnos aquí'', manifestó José.
La defensa pretende socavar la credibilidad del espía arrepentido
Aparentemente, tratan de convencer al jurado de que el futuro del
acusado depende de cuánto colabore en corte
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
La defensa de cinco hombres acusados de espiar para Cuba concentró
todas sus energías ayer en socavar la credibilidad de un testigo clave de
la fiscalía, con el aparente objetivo de convencer al jurado de que su
futuro depende de cuánto colabore en corte.
"¿No es cierto que aceptó colaborar con el gobierno [de
Estados Unidos] porque tenía conciencia de que podía ser condenado
a cadena perpetua?'', preguntó el abogado Paul A. McKenna al testigo
Joseph Santos, un espía arrepentido condenado a 48 meses de cárcel,
después que aceptó declararse culpable a cambio de una reducción
de sentencia.
McKenna trató de establecer que Santos llegó a un acuerdo con
la fiscalía al darse cuenta de que, además, espera una nueva
reducción de la sentencia cuando ofrezca su testimonio estos días.
"Sí, tengo una cierta esperanza de lograr eso, pero no es seguro'',
afirmó el espía arrepentido.
Su testimonio ocupó ayer por tercer día consecutivo toda la
sesión del juicio en un tribunal federal de Miami que juzga a Gerardo
Hernández, René González, Ramón Lavaniño,
Fernando González y Antonio Guerrero. Pero esta vez Santos no habló
mucho.
A diferencia de días anteriores, la fiscalía y la defensa se
enfrascaron en un intenso debate: ¿Puede Santos declarar si, antes de ser
arrestado, sabía que estaba en Estados Unidos cometiendo un delito, y si
tenía conciencia de la posible pena de cárcel que podía
recibir si sus actividades eran descubiertas? "Una vez en Cuba, con un
oficial llamado Boris, hablamos de que hasta ahora no había habido
problemas con los oficiales ilegales [cubanos] en Estados Unidos, y que la
acusación por ser agente no registrado equivalía a una pena de 10
años. Pero él me aseguró que, hasta ahora, los precedentes
eran que si detectaban un oficial ilegal en Estados Unidos, éste era
deportado, nada más'', afirmó Santos.
McKenna intentó que el testigo explicara si había oído
hablar de otros casos de espionaje en Estados Unidos y las penas a que habían
sido condenados, "con la idea de establecer si estaba consciente de que
recibiría cadena perpetua y por eso se ofreció para colaborar con
el gobierno''.
Inmediatamente, el fiscal asistente Dave Buckner objetó repetidamente
la pregunta hasta que la jueza Joan A. Lenard decidió llamar a los
abogados y fiscales aparte.
Por momentos, la audiencia estuvo al borde del colapso, cuando McKenna
demandó la anulación del proceso, acusando a la jueza y a la
fiscalía de impedirle lograr su objetivo de "establecer la verdadera
credibilidad'' del testigo.
"Lo único relevante aquí es el estado mental del testigo.
Si él no había vinculado su caso con otros parecidos, ahora ya lo
ha hecho. Además, se está intentando confundir al jurado, porque
no hay evidencias de que [Santos] hubiera establecido esa conexión'',
indicó Buckner, después de que Lenard pidió que éstos
se retiraran de la sala para ventilar el tema en privado.
Lenard no aceptó la anulación del caso, pero le permitió
al abogado seguir incursionando en el tema. Santos admitió que tardó
apenas unos 11 días en llegar a un acuerdo con la fiscalía, después
de su arresto el 12 de septiembre de 1998, porque "siempre me creí
culpable''.
"Sí, pero también estaba preocupado porque su esposa era
ciudadana. De hecho, aún sigue preocupado. Los fiscales se encargaron de
que no fuera deportada [a Cuba, producto de la colaboración de los
dos]'', argumentó momentos después Joaquín Méndez,
otro de los abogados.
Granma corrige las palabras de Raúl Castro
Con cinco días de atraso, el diario Granma reprodujo finalmente el
lunes la entrevista televisiva del número dos, Raúl Castro, cuyo
contenido central ha sido motivo de especulaciones y comentarios dentro y fuera
de Cuba.
La entrevista, sin embargo, fue publicada con una importante rectificación.
Según la versión de Granma, Raúl Castro, no dijo en
ningún momento que en Cuba podía pasar lo mismo que en la Unión
Soviética, todo lo contrario.
Refiriéndose al futuro de la revolución y a las estructuras
del Partido Comunista, Raúl Castro expresó: "Eso es lo que
uno más piensa, que no se desvíe, que estén alertas, que la
experiencia de lo que sucedió en la Unión Soviética muy
especialmente no puede pasar aquí'', aseguró Granma.
La versión del diario difiere en este punto, radicalmente, de los
despachos noticiosos de todas las agencias internacionales de prensa que
reportaron desde La Habana, la entrevista del hermano menor y heredero designado
de Fidel Castro.
Los corresponsales de AP, EFE, Reuters y AFP, entre otras agencias,
aparentemente escucharon a Raúl Castro decir en la televisión que "lo
que sucedió en la URSS muy especialmente nos puede pasar aquí''.
Sin dudas, la rectificación oficial, hecha sin ninguna mención al
asunto, es importante. No es lo mismo suponer que en Cuba puede derrumbarse el
comunismo como sucedió en la antigua URSS, que afirmar rotundamente que
eso no sucederá jamás.
Quizás por eso a Granma le tomó cinco días descifrar cómo,
al parecer, se le trabó la lengua, al general de ejército,
ministro de las Fuerzas Armadas y segundo secretario del Partido Comunista de
Cuba.
La exhortación "al imperialismo'' (léase Estados Unidos)
a que normalice las relaciones con Cuba antes del fallecimiento de Fidel, porque
después será más difícil, se mantuvo sin cambios.
Hasta ahora, a ningún periodista oficial, de los que tanto hablan en
las Mesa Redondas Informativas e Instructivas, se le ha ocurrido preguntar por
qué Raúl piensa que después del fallecimiento de Fidel, será
más difícil para Estados Unidos normalizar sus relaciones con
Cuba. Por supuesto tampoco se le ocurrió hacerlo a la entrevistadora
oficial, Marta Moreno. Granma confirmó que en la entrevista participaron,
además, los comandantes de la revolución Ramiro Valdés,
Juan Almeida y Guillermo García, así como el vicepresidente de la
Asamblea Nacional, Jaime Crombet.
Lo cierto es que en las 15 cuartillas impresas de la entrevista "la
participación'' de los históricos comandantes se redujo a unos
cuantos monosílabos:
Aquí les van en orden de aparición y para beneficio de
ustedes, los lectores de esta columna:
Juan Almeida: "El toro negro de Pachi''.
Ramiro Valdés: "Trabajador de comercio''.
Guillermo García: "Por Ojo del Toro. A Media Luna eran 12 horas
consecutivas''.
Jaime Crombet: "Estaba en la Universidad''.
Guillermo García: "Un solo disparo''.
Ramiro Valdés: "No''.
Ramiro Valdés: "Llegamos por octubre''.
Juan Almeida: "Es proporcional''. Esas fueron las frases pronunciadas
por los históricos comandantes durante la entrevista. Sin dudas, un vivo
ejemplo de espontaneidad y activa participación en la mejor tradición
del castrismo.
palfonso@herald.com
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